En el momento en el que decidimos emprender un nuevo negocio, uno de los aspectos que más quebraderos de cabeza nos puede traer es conseguir financiación siendo autónomos. De hecho, las opciones actuales a las que podemos recurrir se encuentran muy limitadas y no debemos olvidar que la actividad de las pequeñas y medianas empresas son el gran motor económico del país. Llegados a este punto, muchas de las personas que quieren embarcarse en un proyecto, dudan entre obtener el dinero mediante un préstamo o con la ayuda de las 3 efes.
¿Qué significa financiarse como autónomo mediante las 3 efes?
Cuando hablamos de las tres efes, nos referimos a un concepto que hace referencia a: Friends (amigos), Family (familia) & Fools (locos). Se trata de conseguir el capital que necesitamos para emprender el nuevo negocio a través de nuestras personas más cercanas.
Puede tratarse de una decisión acertada, sobre todo, si tenemos en cuenta lo complicado que resulta conseguir el dinero mediante entidades o establecimientos financieros y, también, por la ausencia de intereses y comisiones. No obstante, no todo son beneficios y también implica ciertos riesgos:
- En primer lugar, para un familiar no será necesario realizar un análisis del plan de negocios ni asegurarse de que el proyecto cuenta con suficiente solvencia. Esto ocurre porque son los más interesados en que nuestro proyecto salga adelante y, en el supuesto de que fracasemos, puede que pensemos que serán más flexibles a la hora de devolverles el dinero.
- Cuando un familiar nos presta dinero, puede pensar que tiene ciertos derechos sobre el proyecto y, así, entrometerse de manera excesiva.
- En lo que respecta a la postura del emprendedor, puede que no queramos solicitar la cantidad que necesitamos para comenzar el proyecto. Ya sea por miedo a que finalmente no consigamos los resultados esperados y no podamos devolver el dinero a nuestro familiar o amigo. Esto puede convertirse en nuestro mayor error, ya que si no disponemos del capital previsto, probablemente perdamos todo lo invertido.
Estos tres inconvenientes son suficientes para dudar sobre la elección que finalmente tomemos. Además, si no actuamos de manera responsable, nos arriesgamos a perder a alguien mucho más importante que un socio. Sin embargo, sí que es recomendable que una parte del capital necesario para la inversión lo pongamos nosotros mismo o acudamos a las 3 efes. En parte, porque así evitaremos pagar intereses y comisiones sobre el importe total y porque nos dará una mayor independencia sobre el proyecto.
Beneficios de solicitar financiación para emprendedores mediante un préstamo
Aunque a primera vista, solicitar préstamos para empresas pueda parecer una decisión menos ventajosa, es importante que la tengamos en cuenta y conozcamos los beneficios que nos puede aportar.
Por un lado, no abusaremos de la confianza que nos brinden y evitaremos la poca profesionalidad, tan presente en las tres efes. Además, al obtener el dinero, nosotros mismos decidiremos qué hacer con él sin tener que dar ningún tipo de explicación (únicamente justificar la finalidad para la que lo vamos a solicitar).
Por otro lado, aunque pensemos que la flexibilidad se atribuye solo a las 3 efes, las entidades también ofrecen créditos con ventajas como amortizaciones anticipadas sin coste, prórrogas de reembolso, ampliación del capital solicitado, etc.
Finalmente, si nuestro proyecto no funciona, los perjudicados seremos nosotros y no tendremos que fastidiar a nadie más.
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