Está claro que la cuestión es ahorrar, por lo que pagar por una velocidad que no vamos a utilizar es tontería. Sin embargo, si encontramos ofertas que conceden 100 MB al mismo precio que otras ofertas de 30 MB, merece la pena apostar por la alta velocidad. Del mismo modo, si descubrimos un pack de fibra óptica a menor precio que uno de ADSL, es preferible apostar por la fibra.
La diferencia en la velocidad de Internet es real y se nota. Como cabe esperar, no es lo mismo contratar 10 MB que 100 MB. Aunque el precio para la primera velocidad de fibra óptica sea el mismo que el del ADSL, lo cierto es que trabajar con una u otra cambia completamente. Obviamente, si queremos una conexión más potente (con más megas), más caro será el servicio.
Pese a que la velocidad de Internet es un factor importante, de poco sirve si nuestra conexión no es fiable. Es por ello que a la hora de mirar los packs de Internet que hay en el mercado no debemos pasar por alto el tipo de conexión que nos están vendiendo. En función de la velocidad, podemos encontrar distintos tipos de conexión:
Teniendo estos tipos de conexión en mente y si la velocidad es importante para nosotros, deberíamos apostar por la fibra óptica ya que, al final, debe primar el tipo de conexión.
Si tenemos fibra óptica y no notamos diferencia respecto al cobre es posible que tengamos un problema técnico. Lo primero que debemos hacer es comprobar la velocidad que nos llega a casa. Si es inferior a la contratada, tendremos que ponernos en contacto con nuestra teleco para que hagan una revisión. Eso sí, si aún tenemos ADSL es muy probable que no haya solución.
¿Qué diferencia hay entre velocidad ADSL y en fibra óptica?
A la hora de decantarnos por una conexión u otra es importante saber qué las diferencia. Cuando hablamos de ADSL nos referimos al cable de cobre. Esto implica que la velocidad que comercializan no es real, ya que se verá "distorsionada" por factores externos como la distancia entre nuestra casa y la central, la atenuación o la propia instalación de nuestro hogar. Como parte positiva, su instalación está presente en todos los hogares (es la misma que la del teléfono fijo de toda la vida).
Por su parte, la fibra óptica o FTTH es un hilo de vidrio que transmite los paquetes de datos por pulsos de luz, lo que permite una mejor conexión, ya que la distancia no perjudica en el envío y recepción de los paquetes de información. Es más, podremos aumentar la velocidad sin reacondicionar la instalación. En lo que a su instalación se refiere, necesitaremos que un técnico acuda a nuestra vivienda e introduzca el nuevo cable. Como consecuencia, habrá que hacer agujero en la pared y es posible que nos toque reubicar el router.
En conclusión, la diferencia es puramente técnica, pero como usuarios lo podemos notar. Además, el precio ya no es un problema. Actualmente todas las grandes compañías ofrecen el paquete de fibra óptica más sencillo al mismo precio que el de ADSL. De este modo, podemos disfrutar de velocidad de Internet real sin que suponga un gasto más para nuestro bolsillo. Eso sí, si queremos disfrutar de más velocidad de Internet, nos tocará pensar bien hasta qué punto nos compensa la inversión.
¿Cuál es la velocidad más contratada en España?
Un estudio de la CNMC, publicado en julio de 2019, revela que durante el 2018 la velocidad más contratada ha sido la de los 100 MB o más. El 58,7% de los consumidores ya cuentan con una conexión que alcanza estas cifras, algo que hace un año solo representaba el 27,7%. Por el contrario, las velocidades inferiores a 10 MB ya solo representan el 4%.
Aunque la tendencia deja claro que la alta velocidad ha llegado para quedarse, lo cierto es que la presencia del ADSL y el VDSL sigue representando el 41,2% del total. Tanto es así que los hogares con una conexión de entre 10 MB y 30 MB representan aún el 21,7%, una cifra muy elevada si tenemos en cuenta que el cableado de fibra óptica sigue desplegándose por toda la geografía española. De hecho, de los 57 millones de accesos disponibles, 46,7 millones son de fibra óptica.
¿Qué es la velocidad simétrica?
Desde que se lanzara su oferta simétrica de fibra el mercado de Internet se ha inclinado hacia esta modalidad, pero ¿qué es exactamente la velocidad simétrica? Cuando nos hablan de que la velocidad de Internet que nos ofrecen es simétrica se refieren a que los megas a los que podemos navegar son iguales para la subida de datos como para la bajada.
Para entender este concepto debemos ir a algo tan básico como tener en cuenta cómo comercializan las compañías la velocidad ADSL o de fibra óptica. De primeras, las telecos únicamente utilizan la velocidad de bajada y puede ser:
- Real: cuando contratamos fibra óptica (o FTTH).
- Máxima alcanzable: cuando contratamos una conexión de ADSL nos hablan de una velocidad máxima, pero no implica que sea la que vayamos a recibir. Es más, lo raro es que naveguemos a este máximo.
Así pues, si contratamos 20 MB de ADSL será la velocidad de bajada. Es decir, es con la que podremos descargar archivos de la red, cargar las webs o reproducir vídeos en streaming.
Ahora bien, existe otra velocidad que es la de subida. Con esta nos referimos a los megas a los que podemos transferir información desde nuestro ordenador (smartphone, tablet...) a la red; es decir: colgar fotos en Facebook, subir copias de seguridad a Dropbox... Aunque las ofertas de ADSL se mantienen en la asimetría (20 MB de bajada y 2 MB de subida), la llegada de la fibra óptica nos deja una nueva opción: ofrecer la misma velocidad de transferencia para descargarnos archivos como para subirlos. Esta es la base en la que se fundamenta las nueva oferta comercial de las principales telecos de nuestro país.