A todos, o al menos a la mayoría, nos encantó En busca de la felicidad. El hecho de que la relación paternofilial existiera detrás y delante de las cámaras multiplicó el efecto sensibilizador de la película. Además, Will Smith es un valor seguro en pantalla (¿a quién no le gusta Will?). Sin embargo, hay que decirlo todo: ¿tan difícil era utilizar la tarjeta de crédito para salir de aquella situación? Sí es verdad que, de haber sido así, la historia hubiera perdido bastante.

La tarjeta de crédito, una financiación a la que acudir puntualmente

Repasemos la situación: Chris Gardner (Will Smith) vivía con Linda (Thandie Newton) y su hijo Christopher (Jaden Smith). El padre invirtió todos sus ahorros en un proyecto que no despegaba, la madre se marchó y el hijo se quedó con Chris; sin apenas ingresos, en poco tiempo se quedaron sin techo porque su casero les obligó a marcharse tras no poder pagar.

Aquí es donde la tarjeta de crédito podría haber aparecido en escena. Hasta el momento de su bajón económico, la familia tenía ingresos estables por parte del padre y de la madre, eso significaba que casi cualquier entidad bancaria les habría aprobado la concesión de una tarjeta de crédito. De hecho, probablemente la tuvieran en su bolsillo; pero claro, al guion de la película no le funcionaba que la financiación apareciera como salvación de una casa y la familia que vivía en ella. Se acababa el drama.

¿Qué tienen de bueno las tarjetas de crédito?

Las tarjetas de crédito no son una buena herramienta para atrasar pagos a largo plazo, ya que sus intereses están por encima del 20% TAE de media. Sin embargo, para períodos cortos o medios puede ser una buena solución, sobre todo porque su consecución es más sencilla que la de un préstamo personal, el coste es relativamente contenido en comparación con los minicréditos y ofrece una flexibilidad de pagos que en algunas situaciones puede resultar interesante.

Es el caso, por ejemplo, de la tarjeta WiZink Oro, una de las diversas tarjetas de crédito gratis que hay en el mercado. Entre sus ventajas cuenta con seguros gratuitos muy interesantes y descuentos importantes en grandes marcas y en conciertos y eventos en el WiZink Center de Madrid.

Con esta tarjeta, o con otra cualquiera de crédito, Will Smith podría haber pagado al casero, aplazar unos meses su devolución mientras ingresaba poco a poco dinero por su negocio propio y, probablemente, su familia hubiera permanecido unida. Además, hubiera podido seguir su formación en el negocio de la bolsa y en cuanto hubiera tenido ingresos mayores haber cerrado por completo la deuda para que no generara más intereses. Pero entonces, esta hubiera sido ya otra película distinta.

Por último, y más allá de los paralelismos que podamos hacer entre la vida real y una película, debemos ser conscientes de la importancia de saber utilizar una tarjeta de crédito y sacarle el máximo provecho. Y no solo como sistema de financiación para momentos puntuales, sino también para aprovechar los descuentos que muchas de ellas ofrecen y viajar con mayor tranquilidad gracias al salvavidas que pueden significar sus seguros incluidos.