Aunque la intención es mitigar los efectos del coronavirus en la economía, la realidad es que el sector hipotecario ya está sufriendo cambios. De hecho, algunas fuentes consultadas por HelpMyCash apuntan a una subida de los tipos de interés y un posible endurecimiento de los criterios de financiación. Si estamos pensando en cambiar de banco la hipoteca, quizás nos preguntemos si este escenario es el ideal para hacer una subrogación. Una buena forma de tomar una decisión sería analizar los pros y los contras de intentar abaratar nuestro crédito. A continuación, haremos un repaso por los más relevantes.
Al cambiar de banco la hipoteca el ahorro está asegurado
La primera ventaja de negociar una subrogación con una nueva entidad es la alta probabilidad de ahorrar con el cambio. Según una encuesta realizada por HelpMyCash, los hipotecados que firmaron un crédito para la compra de vivienda entre 2010 y 2015 podrían ahorrar hasta 40.000 euros.
Detrás de esta cifra están los tipos de interés tan altos que, en comparación con los actuales, aceptaron en su momento. En la práctica, mientras hay clientes que están pagando hasta el 4% por su hipoteca, en estos momentos es posible conseguir financiación por debajo del 2%, tanto en préstamos a tipo variable como a tipo fijo.
Para ponértelo fácil, los expertos de este comparador han diseñado una calculadora de subrogación totalmente gratuita. Con tan solo rellenar un par de campos podrás saber en un menos de un minuto cuánto podrías dejar de pagar si cambias de banco la hipoteca.
Los notarios y las oficinas vuelven tras el confinamiento
A diferencia de lo que pasó hace unos meses, las notarías ya están empezando a atender con relativa normalidad las citas programadas. Esta situación beneficia de pleno a los clientes que estén pensando en hacer una subrogación, ya que no deberán preocuparse por los eventuales retrasos en la firma de la hipoteca.
Además, la gran mayoría de las oficinas bancarias han vuelto a levantar la persiana. Si bien es cierto que desde que el Gobierno decretó el estado de alarma las financieras seguían activas a través de los canales online, algunos clientes prefieren negociar en persona y ahora es posible.
Los inmuebles han perdido valor
Desde hace un par de semanas, las empresas tasadoras a petición del Banco de España están siendo muy prudentes en la valoración de los inmuebles. Como consecuencia, una de las pocas desventajas de cambiar de banco la hipoteca en estos momentos es el riesgo de conseguir una tasación demasiado baja.
Cuando hacemos una subrogación el banco necesita saber cuánto vale el inmueble que servirá como garantía y para eso hace una tasación. Tomando como referencia la cifra que resulte del informe, normalmente las financieras ofrecen hasta un 80%. Por eso, una valoración a la baja podría no ser suficiente para cubrir el capital pendiente que nos queda por pagar.
Conseguir la documentación, más ahora difícil
Antes de aceptar una subrogación los bancos estudiarán nuestro perfil y para ello necesitarán una serie de documentos oficiales que no siempre tenemos en casa. Por eso, el segundo inconveniente con el que nos podríamos encontrar al cambiar la hipoteca de banco en estos momentos es la lentitud y el retraso de las citas previas en la Agencia Tributaria, en los ayuntamientos, en las oficinas de la Seguridad Social, etc.
Una alternativa para evitar demorar mucho la operación sería conseguir todas las claves de acceso telemático para solicitar así todo lo que necesitemos a través de los portales web de las diferentes Administraciones.
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