Hace no muchos años, antes de que surgiera la crisis económica en España, era muy común disponer de varias tarjetas, sobre todo de crédito. Esta práctica, además de otros factores, llevo a muchos ciudadanos del país a una situación de sobreendeudamiento, que actualmente sigue vigente. Las tarjetas de crédito nos permiten utilizar un dinero del que no disponemos y hay muchas personas que tienen varias para sacar el máximo provecho de cada una de ellas. Sin embargo, si utilizamos más de una tarjeta debemos ser conscientes del riesgo que conlleva utilizarlas de manera irresponsable y las ventajas de las que nos podemos beneficiar si sabemos cómo gestionarlas.
La clave para tener varias tarjetas es saber elegirlas
Si queremos disponer de más de una tarjeta, es fundamental que sepamos cuál elegir, la finalidad que le vamos a dar y conocer qué condiciones tienen. En función de nuestras preferencias, elegiremos una u otra, pero si queremos evitar pagar por ellas, lo mejor es que busquemos tarjetas gratuitas.
Generalmente, la mayoría de las tarjetas de débito suelen ser gratuitas, pero las de crédito pueden tener costes como cuotas de emisión y de mantenimiento. Por eso, si queremos disponer de más de una tarjeta es importante que nos aseguremos de que no tendremos que pagar nada por ellas. Para comprobar esto, es imprescindible que nos informemos sobre las condiciones que tenemos que cumplir al contratarlas. A continuación, mostramos algunas tarjetas de crédito totalmente gratuitas:
Prestamista | Ventajas | Me interesa |
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Tarjeta Oro Bankintercard |
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Visa ORO de ING Direct |
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Tarjeta de Crédito oro de WiZink |
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En estos casos, disponer de varias tarjetas de crédito no implicará ningún coste y, además, con todas ellas obtendremos diferentes bonificaciones, ofertas, descuentos y seguros gratuitos de los que nos podremos aprovechar a coste cero. Además, para conseguir algunas de ellas no es necesario que cambiemos de banco.
¿Por qué es recomendable tener diferentes modalidades de tarjetas?
Como ya hemos comentado, lo primordial es que nos aseguremos de que las tarjetas que tenemos no incluyen ningún coste. Pero, además, disponer de una tarjeta de crédito y otra de débito puede resultarnos útil si sabemos cómo utilizarlas.
Por ejemplo, disponer de una tarjeta de crédito puede sernos muy útil para disponer de liquidez inmediata, aunque no la tengamos y solventar imprevistos. En estos casos es aconsejable que reembolsemos el dinero mediante el pago total, ya que no nos cobrarán intereses.
En cambio, la tarjeta de débito es muy adecuada para hacer uso de nuestro dinero sin necesidad de llevar efectivo encima y tener un control constante de nuestra economía y de esta manera, evitaremos sobreendeudarnos.
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