El mercado inmobiliario está que arde. Los últimos informes del INE datan de un aumento récord en el número de compraventas, mientras que Idealista anunciaba a principios de este mes un incremento del 2,4% interanual en el precio del metro cuadrado. A ello se suma un nuevo informe realizado por el portal inmobiliario: el 15% de las viviendas publicadas en el marketplace se vendieron en menos de siete días en febrero. Otro 17% tardó en venderse entre una semana y un mes; el 30% estuvo en el mercado entre tres meses y un año y el 16% restante tardó más de un año en encontrar comprador. 

La venta exprés es más común en las grandes ciudades

Esta venta exprés es más frecuente en los grandes mercados. Cuenca lidera la cantidad de viviendas vendidas en menos de siete días, con un 43% del total de propiedades. Le siguen Barcelona (29%), Tarragona (24%), Granada y Madrid (ambos con un 23%). En San Sebastián, Salamanca y Málaga, el 20% de las viviendas se vendieron en tiempo récord. En Valencia, el porcentaje asciende al 18%.

En el otro extremo se encuentran Soria y Teruel, donde la venta exprés directamente no existe. Cáceres (6%), Ciudad Real (7%), Ourense (7%), Zamora (7%) y Córdoba (7%) presentan la cantidad más baja de operaciones cerradas en siete días. 

Actualmente predomina la demanda frente a la oferta

Este fenómeno se puede explicar analizando las condiciones actuales del mercado. Según un estudio publicado recientemente por Fotocasa, el inmobiliario se encuentra liderado por la demanda. En efecto, el 74% de los actores son compradores y solo el 20% ofertan su vivienda. Y es que las necesidades de los propietarios han cambiado y ello, sumado al bache de operaciones que se produjo durante la pandemia, hace que el interés por cambiar de vivienda esté alcanzando máximos históricos.

Pero pese a este desequilibrio entre oferta y demanda, el precio del metro cuadrado está aumentando de manera equilibrada. En palabras de María Matos, portavoz de Fotocasa, esto se debe a que el sector está siendo muy ágil a la hora de canalizar la necesidad de los compradores. Así, todo parece indicar que el mercado inmobiliario está dinamizado. De ello se desprende la conclusión de que puede ser un buen momento tanto para comprar como para vender.