Puede ocurrir que, en el intento de alquilar o vender nuestra casa, seamos incapaces de conseguir el dinero deseado. Esto puede suceder por dos motivos: o bien el precio es excesivo, o quizá las condiciones de la vivienda no se corresponden con el coste. En estos casos, transformar nuestra casa es una posible solución y pedir un préstamo reforma puede ayudar a revalorizar la casa y satisfacer nuestras expectativas económicas. Sin embargo, hay que hacer números para saber si sale a cuenta. Ya lo adelantamos: el precio del crédito será clave.
¿Cuánto cuesta reformar una casa?
Sin reforma no hay venta o alquiler, o al menos no por el precio deseado. Pero ¿cuánto deberíamos invertir en transformar la vivienda? Según Habitissimo, una reforma integral (la necesaria para poder revalorizar de verdad la casa), puede moverse entre los 10.000 y los 35.000 euros. De esta forma podemos conseguir que el precio de nuestra vivienda suba entre un 15% y un 25%.
En cuanto a las posibilidades de reforma, cada uno puede tener sus preferencias, pero lo más habitual es renovar la cocina (muebles, electrodomésticos, etc.) o el baño (cambiar la bañera por una ducha o comprar un sanitario nuevo, por ejemplo). Estas son las reformas típicas, pero no las únicas que se pueden hacer. Otras que aportan valor son las que se basan en mejoras energéticas para el hogar. Poner luces de bajo consumo, renovar las ventanas para tener un mejor aislamiento o renovar la instalación eléctrica.
¿Ganaré dinero con el préstamo reforma?
Para que quede más claro, veámoslo en un ejemplo. Supongamos que queremos vender una casa cuyo valor es de 150.000 euros. Pedimos un préstamo reforma de 15.000 euros para realizar una reforma integral de nuestra casa. La solicitud la hacemos a Suitaprest, con quien podríamos conseguir un préstamo con garantía hipotecaria al 8,95% TIN (9,33% TAE) a devolver en cuatro años. Al final, terminaríamos pagando 17.160 euros.
Atendiendo a datos anteriores, con esta inversión podríamos conseguir revalorizar nuestra casa en un 20%, es decir, en 30.000 euros extra. De esta forma, terminaríamos con un saldo favorable de casi 13.000 euros. Por tanto, en este caso concreto optar por un préstamo reforma para incrementar el precio de nuestra vivienda y poder venderla en mejores condiciones saldría a cuenta.
Sumar y restar antes de contratar
Como para cualquier operación financiera (y más como esta que es de un importe elevado) hay que hacer números y ver si realmente vale la pena. Obviamente, si el coste de solicitar un préstamo reforma supera la revalorización de la vivienda, descartaremos la operación.
En caso de que sí nos interese, podemos plantearnos la solicitud de un préstamo con garantía hipotecaria (como hemos visto en el caso del ejemplo), un préstamo personal tradicional o un préstamo reforma (que no deja de ser lo mismo, pero quizá consigamos una mejor oferta para esta finalidad especifica). De una forma u otra, es interesante comparar las distintas alternativas del mercado para asegurarnos de que elegimos la que mejor se adapta a nuestras necesidades.
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