La gran mayoría de las fincas españolas son antiguas. Además, según el Ministerio para la Transición Ecológica casi el 60% del parque de edificios se construyó sin ningún tipo de criterio de eficiencia energética. Por esto, una gran parte de los inmuebles en el país pecan de calificaciones deficientes. Para vender un piso es obligatorio contar con el certificado energético, pero ¿hasta qué punto la letra de la etiqueta influye sobre el precio que podemos pedir por la casa? ¿Vale la pena invertir en hacer mejoras para disminuir el gasto de energía? En este artículo salimos de dudas.
No es una moda, una vivienda energéticamente eficiente está mejor valorada
Según la sociedad de tasación Tinsa, el valor del metro cuadrado en pisos con una calificación energética entre A+ y E, que son las que representan un consumo eficiente o moderado, puede llegar a incrementarse hasta un 10% o un 12%.
Esto quiere decir que, si queremos sacar un mayor margen de beneficio con la venta de la casa, conviene hacer ciertas reformas que nos lleven a mejorar el gasto energético del piso y obtener una etiqueta de bajo consumo.
¿Qué tipo de reformas nos pueden ayudar a alcanzar un consumo eficiente?
Todo depende del tipo de calificación energética que tenga nuestro piso y el gasto que estemos dispuestos a asumir. A día de hoy, la mayoría de las viviendas tienen etiquetas F y G, que son las más bajas. Si, por ejemplo, tenemos una tipo G, hacer una serie de reformas básicas nos podrían llevar a alcanzar una etiqueta D o E, que ayudarían a revalorizar nuestro piso.
En este sentido, si queremos avanzar un par de peldaños, pero sin meternos en reformas cuantiosas y considerables, hay cuatro pequeños cambios que podríamos hacer para lograrlo. Hemos consultado la web Habitissimo para saber a cuánto pueden ascender estos arreglos:
1) Ventanas a prueba de fugas
Las ventanas con aislamiento térmico pueden llegar a reducir hasta un 70% las pérdidas de frío y calor en el hogar, mejorando de manera considerable el consumo energético. Lo recomendable es cambiar las ventanas antiguas de la casa y reemplazarlas por aquellas de doble cristal con perfilería PVC y con rotura de puente térmico. Estas, además de preservar la temperatura, suelen ser estéticamente neutras, por lo que también pueden darle un lavado de cara a la presentación del piso.
Por este cambio podríamos pagar entre 2.000 euros y 4.000 euros, tomando como referencia un piso de 90 metros cuadrados. Aunque, el coste final va a depender del número de ventanas que tenga la casa.
2) Sustituir la caldera vieja y el sistema de calefacción
La caldera y el sistema de calefacción tienen un impacto importante en la certificación energética, ya que son las principales fuentes de gasto. Por esto, es vital que hagamos una inversión en ellas si queremos mejorar la calificación.
El precio de una caldera de condensación, que sería la más adecuada en términos de eficiencia, puede costar entre los 1.500 euros y los 2.000 euros. Pero si lo que queremos es cambiar todo el sistema de calefacción de gas, esto nos podría costar unos 3.000 euros adicionales.
3) Poner un falso techo con aislamiento
Otra acción que nos puede llevar a mejorar la eficiencia del piso es colocar un falso techo de cartón yeso o pladur para contribuir al aislamiento térmico de los espacios. El precio medio de este trabajo ronda los 20 euros por metro cuadrado. Es decir, que por un piso de 90 metros cuadrados, podríamos pagar unos 1.800 euros.
4) Aislar térmicamente las tuberías
Si las tuberías se revisten con material aislante, se pueden reducir considerablemente las pérdidas de calor y posibles condensaciones en los conductos. El precio medio de un trabajo de aislamiento térmico es de unos 1.400 euros. No obstante, si somos un poco manitas lo podemos hacer por nosotros mismos, ya que en tiendas de bricolaje podemos encontrar distintos tipos de materiales, por precios que oscilan entre los tres euros y los diez euros el metros.
Antes de hacer cualquier movimiento, es recomendable consultar con un experto
Si sumamos todos los precios consultados, el gasto total de estas cuatro reformas para un piso de 90 metros cuadrados podría ser de 12.200 euros aproximadamente. Si por ejemplo, tenemos un precio de venta inicial de 300.000 euros y con estas medidas logramos revalorizar nuestro piso en un 10%, para vender a 330.000 euros, la inversión en lograr una mejora nos puede dejar unos 17.800 euros de ganancias adicionales.
En este sentido, valdría la pena mejorar la eficiencia energética para vender nuestro piso. No obstante, cada caso es particular. Desde HelpMyCash recomendamos que, antes de embarcarnos en cualquier inversión, es mejor consultar con un tasador profesional y pedir presupuesto a un reformista, para evaluar si la revalorización es posible en nuestro y si el gasto compensa.
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