¿Cuánto puede costar una lavadora, una televisión o instalar el aire acondicionado? Como en todo, dependerá de la gama a la que queramos acceder, pero es normal que estas operaciones ronden e incluso superen los 500 euros, un precio que, en muchas ocasiones, puede ser excesivo para desembolsarlo de golpe. Por eso, comparar las distintas alternativas de financiación es muy importante, ya que esta tarea puede ahorrarnos un buen dinero (luego veremos cuánto en un ejemplo). ¿Será un préstamo la opción ideal?, ¿o mejor una tarjeta de crédito? y ¿qué hay de la financiación de la propia tienda?

Así son las 3 opciones para financiar un electrodoméstico

Lo primero que debemos tener en cuenta para acertar en la forma de pago de un desembolso grande es prepararnos con antelación. Si nos acordamos de la financiación cuando estemos en la cola a punto de pagar, las opciones se reducen.

Una vez tengamos claro qué presupuesto tenemos para la compra, es momento de pensar en la forma de pago. Por norma general, y si no queremos pagar al contado, estas serán nuestras opciones:

1. Financiación de la tienda

Si se trata de una gran cadena, seguro que nos ofrece su propio pago a plazos. Las condiciones para financiar el producto en cuestión pueden variar en función de las promociones que tengan activas. Actualmente, por ejemplo, IKEA permite financiar productos al 0% TAE (sin intereses y sin comisiones) hasta 10 meses en compras online.

Beneficiarse de este tipo de ofertas es una opción inmejorable, sin embargo, no siempre están disponibles. En esos casos, el interés aplicado puede ser igual o superior al de un préstamo habitual.

2. Préstamos personales

Los créditos al consumo de los que disponen los bancos y los establecimientos financieros de crédito pueden ser otra alternativa. Muchos tienen productos dedicados a finalidades específicas y, en función de nuestro perfil y nuestra vinculación con la entidad, podremos conseguir un crédito con condiciones atractivas.

Para hacernos una idea, la TAE media de los préstamos personales se sitúa actualmente en el 8,56%. Por tanto, si conseguimos un crédito que se encuentre por debajo de esa cifra, podremos decir que es una buena oportunidad.

3. Tarjeta de crédito

Por último, una opción muy cómoda. No hay que solicitar la financiación, puesto que la llevamos en el bolsillo y no tenemos que firmar contratos con la empresa vendedora. Sin embargo, tiene un pero: su coste es muy elevado, por encima del 20% TAE en la mayoría de los casos.

Por suerte, algunas tarjetas disponen de la financiación especial por compra, una posibilidad que permite aplazar el pago de compras concretas en condiciones ventajosas reduciendo considerablemente ese coste hasta cifras muy parecidas a los préstamos tradicionales.

¿Cuánto puedo ahorrar?

Vistas las principales ventajas y desventajas de cada alternativa, toca decidir. ¿Cuál es la mejor? Pues como casi siempre, depende. Obviamente, si la tienda nos ofrece un 0% TAE, no hay más que pensar. Sin embargo, esa opción no siempre estará disponible, ahí es cuando entrarán en juego las otras vías.

Para ver lo importante que es valorar una u otra posibilidad, pongamos por caso que queremos un ordenador MaCBook Pro de 1.500 euros a pagar en 12 meses y valoramos tres formas de realizar la operación: un préstamo al 5% TIN, la financiación de la tienda al 9% TIN y la tarjeta de crédito al 20% TIN. Estos serían los números:

Financiación Interés aplicado Cuota mensual Total a devolver
Préstamo 5% 128,41€ 1.540,93€
Oferta de la tienda 9% 131,18€ 1.574,13€
Tarjeta de crédito 20% 138,95€ 1.667,42€

Pese a que las cuotas mensuales resultantes son relativamente similares, conforme pasan los meses esa diferencia va acumulándose y puede llegar, en nuestro ejemplo, hasta los 127 euros en el peor de los casos. Por eso, como decíamos, vale la pena visitar nuestro ranking de los mejores préstamos y elegir la mejor opción.