Ah, los fondos de renta fija: su nombre evoca seguridad, estabilidad y, claro, una rentabilidad fija. Pero nada más lejos de la realidad. 

Si alguna vez pensaste que estos fondos eran un refugio seguro e infalible, es hora de ajustar tus expectativas. Porque hay tres mitos populares sobre la renta fija que conviene derribar desde ahora, antes de que hayas invertido tu dinero sin saberlo y sea tarde para recuperarte.

Mito 1: la rentabilidad es fija

Empecemos con el nombre. Los fondos de renta fija reciben esta etiqueta porque invierten en instrumentos con rendimientos previsibles, como bonos. Pero esto no significa que tú vayas a recibir una rentabilidad fija. Por el contrario, el rendimiento de estos fondos fluctúa y depende de dos componentes:

  • Los intereses (o cupones) que pagan los bonos.
  • Los cambios en el valor de mercado de los bonos.

A propósito del segundo punto, el valor de los bonos fluctúa dependiendo de diversos factores, como las decisiones de los bancos centrales, la economía global o incluso la calidad crediticia de los emisores. Esto significa que la rentabilidad de tu fondo de renta fija puede variar, y ¡spoiler! no siempre va hacia arriba.

Por ejemplo, cuando los tipos de interés suben, los bonos más antiguos pierden valor porque los nuevos ofrecen mejores rendimientos. ¿El resultado? Tu fondo puede generar pérdidas. Y esto nos lleva al siguiente mito.

Mito 2: no puedes perder dinero

Este es uno de los errores más comunes. Los fondos de renta fija se promocionan muchas veces como productos de bajo riesgo, ideales para inversores conservadores. Pero bajo riesgo no significa estar libre de pérdidas.

Un caso extremo es el del fondo Vanguard Euro Treasury +20, que invierte en bonos gubernamentales europeos a largo plazo. Durante 2022, cuando el Banco Central Europeo subió los tipos de interés, este fondo perdió casi un 40% de su valor. Sí, 40%. Y aún no se ha recuperado.

Es cierto que no todos los fondos de renta fija experimentaron pérdidas tan grandes, pero en ese mismo año, las caídas fueron generalizadas: algunos fondos perdieron un 9%, otros un 20%, y unos pocos, como el Vanguard +20, alcanzaron cifras más dramáticas.

El riesgo está ahí, y si inviertes pensando que la renta fija es un refugio seguro, podrías encontrarte con una sorpresa desagradable.

Mito 3: son fáciles de entender

A menudo se piensa que los fondos de renta fija son muy fáciles de entender, pero a esta altura ya sabrás que no es así.

Para comprender cómo funcionan, es necesario dominar conceptos como los tipos de interés, los plazos de los bonos y las calificaciones crediticias. Además, las estrategias detrás de estos fondos son mucho más complejas de lo que aparentan.

Por ejemplo, la inversión en fondos de renta fija hoy en día está profundamente influenciada por las expectativas sobre los movimientos de los tipos de interés. Si los tipos bajan o se prevé que bajarán, los bonos antiguos con mayores cupones suelen revalorizarse, lo que atrae a los inversores. Sin embargo, estos movimientos no son tan predecibles ni tan rápidos como muchos esperan.

Volvamos al caso del fondo Vanguard +20: después de perder un 40% en 2022, en 2021 ha ganado un 8,80% y en lo que va de 2024 ha caído un 2,2% adicional. Esto ilustra lo importante que es conocer el producto antes de tomar una decisión.

Entonces, ¿vale la pena invertir en renta fija?

La respuesta depende de tus objetivos y tu nivel de conocimiento. La renta fija puede ofrecer oportunidades interesantes, pero solo si entiendes en qué estás invirtiendo y sabes aprovechar los movimientos del mercado.

Para los principiantes, puede ser más seguro gestionar la renta fija a través de opciones como:

Estas alternativas ofrecen mayor control y estabilidad para tu dinero.

Eso sí, ten siempre presente que invertir conlleva riesgos, y nadie mejor que tú para evaluar tus propias necesidades. Lo más importante es no tomar decisiones basadas en promesas superficiales de bajo riesgo. Porque, como hemos visto, la realidad de los fondos de renta fija puede ser mucho más compleja de lo que su nombre sugiere.