Si pagáramos una tarifa muy alta por nuestra conexión a Internet, ¿no sería lógico buscar a otra operadora que nos cobrara menos? Esta misma lógica la podemos aplicar a los préstamos hipotecarios, especialmente ahora que hay tantos bancos dispuestos a asumir nuestra deuda y rebajarnos el precio de la financiación. En este artículo explicamos en qué casos es más conveniente cambiar de banco la hipoteca que tenemos actualmente y cuál es el proceso que debemos seguir para llevar a cabo esta operación.

¿Qué interés puedo conseguir si traslado mi préstamo hipotecario?

Por norma general, podemos afirmar que un cambio de entidad nos saldrá a cuenta si el interés actual de nuestro crédito hipotecario es del 2% o superior. Y es que en estos momentos, la inmensa mayoría de los bancos españoles ofrecen unos tipos por debajo de ese límite. Veamos cuáles son los intereses medios:

  • A tipo fijo podemos encontrar ahora mismo ofertas de menos del 1,50% para plazos de 20 o 25 años.
  • A tipo variable, la mayoría de los bancos nos pueden rebajar el interés a menos del euríbor más 1%. Este índice de referencia cotiza bajo cero, así que el tipo aplicado puede ser muy bajo.

Pongamos, por ejemplo, que el préstamo sobre nuestra vivienda tiene un interés del 2%, un importe pendiente de 100.000 euros y un plazo pendiente de 20 años. En ese caso, si lo trasladáramos a otra entidad para rebajarlo, nos podríamos ahorrar una media de unos 10.100 euros en total (unos 550 euros al año).

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¿Cómo puedo cambiar de banco la hipoteca?

Ya hemos visto cuándo sale más a cuenta trasladar nuestro préstamo hipotecario y cuánto podríamos ahorrar. Ahora bien, ¿cómo podemos formalizar ese cambio? Estas son las dos opciones que tenemos:

Con una subrogación de acreedor

Lo más sencillo es hacer una subrogación, que consiste en sustituir a nuestro actual banco por otro que nos dé unas mejores condiciones. Con esta operación podemos modificar el interés, la vinculación, las comisiones y el plazo de reembolso. Para llevarla a cabo, simplemente tenemos que encontrar a una entidad que la ofrezca e iniciar el proceso.

Haz clic sobre el enlace para saber cuáles son los gastos de subrogación.

Con una hipoteca nueva

La otra opción es contratar una hipoteca nueva, con unas mejores condiciones, para cancelar la que tenemos en vigor. Esto nos permitirá modificar cualquier aspecto (también el importe o la titularidad), aunque tendremos que pagar unos 1.000 euros por la cancelación del anterior préstamo más lo que nos cueste formalizar el nuevo.

¿Cuál es mejor?

Por norma general, la subrogación es más barata, aunque todo dependerá de las comisiones que nos cobre el banco del que nos vayamos. La contratación de una hipoteca nueva, en cambio, nos permite modificar más condiciones, lo que nos puede venir bien si, por ejemplo, queremos ampliar el capital de nuestro crédito.

Como vemos, cada opción tiene sus pros y sus contras. Lo recomendable, por lo tanto, es valorar cuál se ajusta mejor a nuestras necesidades, comparar cuánto nos costaría cada una con varios bancos y elegir la que consideremos más adecuada.