¿Te has planteado hacer un gran gasto en 2022? Si quieres comprar un coche, reformar tu casa o invertir en cualquier otro proyecto personal, es muy probable que necesites un crédito para financiar el desembolso. Ahora bien, como eso implica contraer una deuda, no conviene tomar la decisión a la ligera. En este artículo te explicamos qué preguntas debes hacerte para valorar si te conviene solicitar financiación o no.
1. ¿El gasto a financiar es necesario o puede esperar?
Para empezar, tienes que preguntarte si realmente necesitas ese crédito. Desde el portal financiero Finanzas Para Todos, creado por el Banco de España y por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, explican cómo puedes saberlo:
Pedir financiación es conveniente si…
- El gasto es necesario y no puedes pagarlo con tus ahorros. Por ejemplo, si necesitas comprar un coche porque el tuyo está muy viejo o si tienes que ampliar una habitación de tu piso porque esperas un hijo.
En este caso, también puedes pedir un crédito si tienes ahorros pero prefieres invertirlos en otras cosas.
Pedir un préstamo no es necesario si…
- Quieres comprar algo que en realidad no necesitas. No es aconsejable que pidas financiación para darte caprichos que no puedes permitirte, como comprarte una gran televisión o un móvil de última generación. En estos casos, lo mejor es ahorrar durante un tiempo para poder cubrir el gasto con tu dinero.
2. ¿Me puedo permitir un crédito?
Lo segundo que tienes que preguntarte es si cobras lo suficiente para pagar ese préstamo. Aunque sea lógico, no está de más recordar que nunca debes contraer deudas que no te puedas permitir. Si no pagas el crédito, el banco embargará tus cuentas y una parte de tu sueldo y registrará tus datos en ficheros de morosos.
En general, te puedes permitir un crédito si puedes pagar sus cuotas mensuales con un máximo del 35% de tu sueldo mensual neto. Desde HelpMyCash te recordamos que usar un porcentaje mayor de tus ingresos puede provocarte graves problemas de sobrendeudamiento.
Por ejemplo, imagina que cobras un salario mensual neto de 1.700 euros. Para mantener la deuda bajo control, lo ideal es que la cuota de tu préstamo no cueste más de 595 euros al mes (el 35% de 1.700 euros).
Cuanto más bajo sea el interés, más barata será la cuota
Si quieres pagar lo menos posible por tu crédito, lo ideal es que su interés sea lo más bajo posible. Cuanto menor sea el tipo de interés aplicado, más asequible será la cuota a pagar cada mes. También puedes alargar el plazo para reducir la cuota mensual, pero eso te hará pagar más dinero a la larga (se generarán intereses durante más tiempo). Recuerda que la lógica detrás de un préstamo es que lo saldes en algún momento, no que cargues con él toda la vida.
Una buena opción, por ejemplo, puede ser el Crédito Proyecto de Cofidis, pues tiene uno de los intereses más bajos del mercado: 4,95% TIN (5,06% TAE). Con este producto puedes conseguir entre 4.000 y 60.000 euros a devolver en un plazo de hasta 10 años.
3. ¿Cumplo los requisitos para pedir un préstamo?
Lo último que te tienes que preguntar es si te concederán la financiación que necesitas. En general, todas las entidades te exigirán contar con una fuente de ingresos regular, como una nómina o una pensión. Si estás en paro, conseguir un préstamo será prácticamente imposible.
También debes estar al día con tus otras deudas. Si tienes créditos impagados, ninguna financiera aprobará tu petición. Menos aún si el total de todos los préstamos que tienes contratados representa más del 35% de tus ingresos, como te contábamos antes.
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