A lo largo del tiempo que dure nuestro préstamo hipotecario nuestra situación económica o personal puede cambiar y podemos llegar a necesitar cambiar la hipoteca y mejorar sus condiciones. Para saber cuál es la mejor manera de hacerlo, hay que conocer bien las tres opciones que tenemos: hacer una novación, una subrogación o una cancelación de la hipoteca. A continuación veremos las características de cada una de ellas y para qué casos son convenientes usarlas. De esta manera, tendremos más claros estos conceptos por si tenemos que llevar a cabo alguna de estas operaciones y sobre todo con cuál nos vamos a ahorrar más dinero.
1. Novación: negocia las condiciones con tu banco
Con una novación podemos cambiar cualquiera de las condiciones que incluye nuestra hipoteca a través de una negociación con el banco. Por lo tanto, podemos mejorar las cláusulas del contrato hipotecario quitando garantías o comisiones, bajando el interés y ampliando el capital, entre otras opciones.
A diferencia de la subrogación, que veremos a continuación, con una novación podemos volver a negociar cualquier término de la hipoteca, siempre y cuando la entidad esté de acuerdo a realizar los cambios propuestos.
Además esta operación nos da ciertas ventajas respecto a cambiar de banco porque ahorramos el coste de tasación de la casa, nos permite añadir o eliminar titulares y podemos ampliar el capital.
2. Subrogación: cambia de entidad y ahorra dinero
La subrogación de una hipoteca nos permite traspasar el préstamo hipotecario de una entidad a otra, para mejorar algunas de las condiciones que teníamos y reducir las cuotas mensuales. Por esta razón, esta operación se lleva a cabo cuando queremos bajar el interés del crédito hipotecario o para quitar alguna cláusula abusiva y así ahorrar dinero.
Sin embargo, hacer una subrogación de hipoteca tiene una serie de costes:
- Comisión por subrogación. En caso de que el contrato la tenga, deberemos pagar un 0,5% del capital pendiente si se hace durante los primeros cinco años y un 0,25% a partir del sexto.
- Gastos de notaría. Tienen un coste medio del 0,2% y 0,5% sobre el capital pendiente.
- Honorarios del gestor. Alrededor de 200 y 400 euros.
- Registro de la propiedad. Suelen tener un coste de menos de 100 euros.
- Tasación de la casa. Depende de la tasadora, pero tiene más o menos un coste de 300 euros.
Si conseguimos que un banco nos haga una oferta para subrogarnos, le presentará las condiciones a nuestra entidad que tendrá 15 días para igualarla o mejorarla. En caso de que lo haga, no podremos llevar a cabo el cambio de banco y tendremos que hacer una novación para cambiar las condiciones.
3. Refinanciar la hipoteca: pide una oferta que se ajuste más a ti
También podemos realizar una cancelación de nuestra hipoteca y pedir una nueva que contenga mejores condiciones. Así pues, esta operación puede ser una opción si queremos modificar alguna cláusula, bajar el tipo de interés u obtener más dinero para pagar otros préstamos y no hemos conseguido un acuerdo con nuestra entidad o una oferta de otro banco.
Eso sí, aunque con esta opción podemos negociar desde cero las condiciones de la nueva hipoteca, hay que tener en cuenta que firmar un nuevo préstamo hipotecario tiene asociados una serie de gastos mucho más altos que la novación o la subrogación. Si aún así queremos firmar una nueva hipoteca, en el ranking de HelpMyCash.com podemos ver algunas de las mejores opciones.
suma
Buenas tardes, la novación también se puede solicitar con una hipoteca de protección autonómica? entiendo que no dado que las condiciones las marcan el Gobierno.
Elena Gómez
Hola, suma.
Lo cierto es que son productos con condiciones tan específicas que desconocemos si se puede hacer este tipo de operación o no.
Nuestra recomendación es que consultes directamente a la entidad o administración con la que firmaste la hipoteca para que te informen sobre el tema.
Un saludo y gracias por utilizar el comparador de hipotecas de HelpMyCash.com.