Según un estudio de Fotocasa, el 61% de los españoles termina negociando el precio de una compraventa de vivienda. Este es uno de los pasos más importantes en la venta de un piso y, probablemente, sea el que nos cause más apremio: el comprador tiende a negociar a la baja y nosotros queremos vender al mejor precio. Este duelo de intereses y el riesgo de perder una oportunidad valiosa no deja otra posibilidad que llegar a un pacto. Aunque cada situación es un mundo, hay ciertas cosas que debemos tener en cuenta para negociar con maestría.
Tener claro lo que queremos
Lo primordial es tener claras nuestras necesidades y definir con anticipación nuestra postura en todas las variables susceptibles de negociar y que van más allá del precio, como pueden ser las condiciones, el plazo para firmar y los gastos que podemos asumir.
Por otra lado, es importante pensar en los máximos y mínimos que estamos dispuestos a aceptar. Si por ejemplo, vamos a vender el piso para comprar otro que ya tenemos visto, conviene saber cuál es la rebaja mínima que podemos consentir y el tiempo máximo que podemos dar al comprador para conseguir financiación.
Prepararnos para el baile nos puede ahorrar idas y vueltas y ayudarnos a concretar con rapidez.
No mostrar urgencia por cerrar la venta del piso
Si tenemos necesidad de cerrar la venta lo más rápido posible, no debemos transmitir al comprador nuestro apuro: la otra parte puede usar esto para presionar y por el aprieto podemos terminar cediendo.
Lo recomendable es mantener la calma durante la negociación. Por lo general, la primera contraoferta que nos hacen suele ser inferior al precio que se pueden permitir pagar. Así que no debemos aceptar a la primera una rebaja por miedo de perder al comprador.
Es importante no dudar ni dejarnos dominar por la necesidad de vender el piso. Tenemos que mantenernos firmes en nuestros mínimos y máximos y comunicar con claridad nuestra postura.
Evaluar nuestras opciones y ser flexibles
Ser firmes no implica hacer de oídos sordos. Debemos ser flexibles, estar abiertos a recibir todo tipo de propuestas y evaluarlas. Por esto es recomendable fijar un precio que deje margen a la negociación.
De esta manera, podemos estudiar ofertas y no vernos obligados a rechazarlas de manera contundente. Así, si por ejemplo el comprador nos hace una contraoferta que se mueve dentro de lo aceptable, podemos tomarnos nuestro tiempo para pensar y responder.
Lo importante es generar un clima de confianza para llegar a un acuerdo que sea beneficioso para las dos partes. Si mostramos una buena disposición y somos comunicativos, podemos alcanzar el objetivo de cerrar la venta con éxito.
Hacer un escáner del comprador y apuntar a su talón de Aquiles
Además del precio, también hay otros factores que pueden ser importantes para nuestro comprador y que pueden hacer que termine comprando el piso. Si intentamos indagar en sus necesidades y estudiamos bien su perfil, podemos dar argumentos que toquen su punto débil.
Por ejemplo, si es una familia con niños pequeños y el piso está ubicado en un barrio familiar, con muchos parques, áreas de esparcimiento y colegios, podemos jugar esta carta a nuestro favor, resaltando lo ventajoso que resultaría para la familia vivir en esa finca. Se trata de ofrecerle al comprador algo que no pueda rechazar.
Cerrar la venta de la casa con todos los puntos sobre las íes
Una vez alcanzado el preciado acuerdo, es importante asegurarnos de que todo quedó claro y reflejar lo pactado en el contrato de arras.
Este documento es un trámite habitual al vender un piso y deja por escrito la obligación de firmar la compraventa en la condiciones acordadas. Incluye todos los detalles de la transacción: datos personales de las partes, descripción de la vivienda, precio de venta, plazo para la firma, cantidad de dinero entregada como señal, reparto de los gastos y penalizaciones por incumplimiento de contrato.
En una negociación se puede decir mucho, pero de esta forma nos podemos evitar sorpresas futuras y ser compensados ante una eventual falta del comprador.
Como vemos, no tenemos que ser unas estrellas de la negociación para pactar los términos de venta de nuestro piso. Solo debemos tener las ideas claras, ser astutos y mantener la serenidad en todo momento.
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