Una de las transacciones que más habitualmente se llevan a cabo es la retirada de efectivo de un cajero automático. De hecho, en España tenemos caso 50 mil cajeros, lo que facilita la búsqueda de uno cercano. Solo durante el año 2016 se registraron más de 900 millones de retiradas de efectivo, según el Banco de España. Al ser una operación habitual, existen los que lo aprovechan para cometer crímenes y fraudes con los cajeros. A continuación, explicamos los fraudes más frecuentes que, a menudo, se conocer con una terminología poco común: skimming, transaction reverse fraud, black box, card trapping…
Aumenta el número de ataques en cajeros automáticos
Un informe realizado por la European ATM Security Team (EAST) desvela que los ataques en cajeros automáticos han aumentado un 26 % durante el último año. Concretamente, se registraron 23.588 ataques frente los 18.738 de 2015. Como consecuencia, también se incrementaron las pérdidas asociadas a los ataquen en un 2 %, concentrando la mayor parte de estas en Asia y Estados Unidos.
De hecho, una encuesta realizada por esta misma compañía reveló que las operaciones realizadas en cajeros automáticos eran las que más riesgos presentan, según un 31 % de los consumidores. Siguiendo la misma línea, un 29 % de los consumidores creen que las segundas transacciones con más riesgo son las realizadas con el teléfono móvil, un 26 % con datáfonos y un 14 % con la tecnología contactless.
Los ataques más frecuentes
Una de las prácticas que durante 2016 fue más habitual fue la de Transaction reverse fraud. Se utiliza para manipular el dispensador de efectivo del cajero para que parezca que no ha expulsado los billetes. De esta forma, un tercero puede acceder seguidamente a cogerlo. Durante 2016 se registraron unos 12.500 incidentes relacionados con esta práctica, un 147 % más que el año anterior.
Otra de las tendencias es el skimming, que consiste en duplicar la tarjeta que se utiliza en el terminal. No obstante, durante el pasado se registraron menos crímenes relacionados con esta práctica, en concreto, un 20 % menos.
Más asaltos y robos
Una de las formas de ataque más peligrosas y tremidas es mediante la violencia física. De hecho, los asaltos y robos aumentaron un 12 % interanual, provocando unas pérdidas de 49 millones.
Por otro lado, otro de los métodos para atacar los cajeros automáticos más efectivos, pero que no afectan directamente a los consumidores es mediante la técnica del black box. Con este método, pueden acceder al sistema del cajero automático, ordenándole que expulse dinero. Durante 2016 se registraron unas pérdidas de 0,45 millones con el black box.
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