Empieza tu jornada laboral y recibes un mensaje a través de WhatsApp en el que tu supuesto jefe te dice que está en una reunión con clientes (o similar) y te pide que hagas una tarea rápida. «Vete a una tienda que venda tarjetas de prepago -iTunes- de Apple. Necesito que compres algunas y que me envíes los códigos que aparecen en el reverso para la presentación. Cuando llegues a la tienda, dime qué precios tienen disponibles». Atención si te llega esta notificación: ¡te están intentando estafar!

Estas tarjetas son las populares ‘gift cards’ que se encuentran en estantes de comercios relacionados con la tecnología y sus precios suelen oscilar desde los 15 euros hasta los 100 euros. Te pedirá que compres varias de las de mayor valor. Y, si consigue que te hagas con ellas y que le envíes las fotos con los códigos, es muy probable que siga tirando de ti asegurando que no son suficientes y que necesita algunas más. De repente has gastado 500 euros de tu tarjeta de débito o crédito. O más.

Seguramente lleves poco tiempo trabajando en la empresa, alrededor de un mes. No sabes si estas peticiones son habituales y accedes. Aunque tengas el número de móvil de tu jefe registrado entre tus contactos, piensas: ¿igual tiene dos teléfonos? Tampoco conoces todavía cómo se expresa a través de este sistema de mensajería. Solo sabes que aparece su foto, que se ha presentado como tal y que se dirige hacia ti por tu nombre dándote una falsa sensación de confianza.

Delito de estafa contra el patrimonio

Este delito de estafa contra el patrimonio, que lleva años realizándose en el extranjero, ha aterrizado en España de una manera enérgica. Los delincuentes estudian a su víctima e incluso al jefe al que suplantarán la identidad. Las redes sociales y profesionales son una de sus herramientas, como LinkedIn. ¡Ojo con la información personal que compartes! Los expertos de HelpMyCash.com han podido constatar, tras detectar varios casos relacionados con este asunto, que los estafadores plantean el mismo problema y seleccionan a víctimas con un perfil muy parecido.

Muchos empleados de tiendas en las que se comercializan este tipo de tarjetas están al tanto de esta estafa, pero en ocasiones no es hasta la segunda ocasión en la que el afectado acude a pagar otra tanda de estos ‘plásticos’ cuando se dan cuenta de lo que en realidad está sucediendo. «¿Te está escribiendo tu jefe pidiéndote que compres tarjetas? No sigas, es una estafa». La Policía también está al corriente. Cabe señalar que, en ocasiones, en lugar de presentarse como tu jefe o CEO de la empresa en la que trabajas, podrán utilizar otro tipo de engaños e identificarse como la Agencia Tributaria u otra autoridad.

¿Cómo actuar?

En caso de recibir un mensaje similar al que se incluye al inicio de este artículo, ten claro que están intentando estafarte. Tu jefe NUNCA te pedirá que compres este tipo de tarjetas con urgencia para una reunión con clientes y, jamás, necesitará que le envíes los códigos por foto. Lo mejor, en ese caso, es que no contestes y bloquees el número. Si tienes otro número de teléfono de tu jefe y quieres llamar para respaldar tu sospecha, hazlo también.

Si te das cuenta tarde, cuando ya has realizado una compra, pide en el comercio que traten de bloquear o hacer la devolución de las tarjetas compradas lo antes posible. No obstante, seguramente ya han sido canjeadas.

Llegado hasta aquí lo primero que debes hacer es acudir a la Policía, Guardia Civil o Juzgado a presentar una denuncia. Te recomendamos también que hables con tu entidad bancaria. Trata de reclamar la operación y seguir los pasos que ellos te digan.

Consejos ante el phishing

Además de esta estafa detectada, desde HelpMyCash queremos darte una serie de consejos ante el phishing, una técnica de engaño que utilizan los delincuentes informáticos para robar datos personales y bancarios. Normalmente utilizan correos electrónicos, SMS, WhatsApp o similar con excusas muy variopintas, que van desde el caso analizado de la estafa del CEO con tarjetas Apple, hasta mensajes relacionados con concursos, cupones, problemas con Correos (aduanas) o Microsoft. En muchas ocasiones utilizan enlaces que redirigen a páginas webs falsas que simulan ser la oficial. Nunca hagas clic en un enlace de un remitente sospechoso.

  • Las faltas de ortografía o de expresión en la redacción del mensaje son muy habituales. Fíjate bien.
  • Debes comprobar que la dirección es legítima y que el dominio del mail (texto que sigue tras el @) concuerda con el original. Cuidado porque pueden pueden ocultarla o diseñalarla muy parecida a la oficial. Por ejemplo: hola@emprresa.com en lugar de hola@empresa.com.
  • Revisa la URL en caso de que exista un enlace y asegúrate que corresponde con la del sitio que representa, así como que incluya protocolo de seguridad (https://).
  • Duda de cualquier aviso supuestamente importante de entidades bancarias, compañías o instituciones públicas, e incluso de mensajes amenazantes sobre deudas, multas, bloqueo de cuentas o hasta cambios de normativas. Utilizarán cualquier táctica para que caigas. Nunca te podrán pedir tus claves de acceso a la banca digital o tu número de tarjeta de crédito/débito a través de SMS, correo electrónico o cualquier otro tipo de servicio de contacto parecido.
  •  Si el intento de estafa o fraude está vinculado con tu entidad bancaria, denúncialo y notifícaselo a tu entidad. Cambia contraseñas y anula la tarjeta en caso de haberse visto afectada. Reclama la operación y sigue los pasos que tu gestor te diga. En última instancia se puede acudir al servicio de reclamaciones del Banco de España, fundamentalmente cuando el problema esté vinculado a un uso fraudulento de tus tarjetas o cuentas.