Siempre viene bien tener “dinero de plástico” en el bolsillo para nuestras compras. Las tarjetas de crédito nos permiten gastar dinero que no tenemos y devolverlo al cabo de un tiempo. Esto puede ser muy útil, pero también tiene sus riesgos. Antes de contratar una tarjeta de este tipo debemos saber cuáles son los pros y los contras y qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir la mejor oferta.

Ventajas de las tarjetas de crédito

  • Gracias a las tarjetas de crédito podemos comprar sin cargar los gastos a nuestra cartera o a nuestra cuenta corriente. Son perfectas para hacer compras antes de fin de mes (cuando todavía no hemos cobrado la nómina).
  • Podemos transferir crédito de la tarjeta a nuestra cuenta.
  • Nos permiten aplazar y fraccionar los pagos. Cuando compramos con una tarjeta de crédito podemos pagar a plazos o aplazar el pago hasta otro momento más adecuado para nuestros bolsillos.
  • Podemos consultar online el extracto de nuestra tarjeta para tener nuestros gastos controlados en todo momento.
  • Muchas tarjetas de crédito ofrecen descuentos en compras en varios establecimientos. Algunas incluyen también programas de puntos con los que podrás acceder a nuevos descuentos y regalos y otras incluso te regalan dinero al activarlas.
  • La mayoría de tarjetas incluyen seguros gratuitos muy útiles, como protección anti-robos, seguro de asistencia en viajes, etc.

Peligros de las tarjetas de crédito

  • Se deben usar con responsabilidad. De lo contrario podríamos no ser capaces de devolver el dinero. Es recomendable controlar de vez en cuando cuánto hemos gastado para no tener sorpresas.
  • Tenemos que ir con cuidado con los costes asociados. Además de los intereses, es posible que tengamos que pagar comisiones de emisión, renovación, mantenimiento…
  • En caso de impago los intereses crecen, así que si no planificamos los pagos debidamente podemos caer en el sobreendeudamiento.
  • Las tarjetas revolving nos pueden salir muy caras. Este tipo de tarjetas permiten reembolsar un porcentaje de la deuda cada mes. Ir pagando un porcentaje pequeño de la deuda poco a poco puede parecernos muy cómodo, pero a la larga nos costará mucho más. Veamos un ejemplo: nos hemos gastado 6.000 € con una tarjeta revolving que tiene un interés del 26,82 % TAE. Si decidimos pagar un 3 % de esta deuda cada mes, tardaremos 15 años en reembolsar el crédito y acabaremos pagando más de 10.000 € sólo en intereses.

En qué debemos fijarnos cuando elegimos una tarjeta de crédito

Tener una tarjeta nos puede salir más barato si tenemos en cuenta los siguientes puntos:

  1. El tipo de interés. Es lo que pagaremos por aplazar el pago. Suele oscilar entre el 12 y el 28 % TAE.
  2. La cuota anual. Algunas entidades nos van a cobrar comisiones de emisión y de renovación y mantenimiento de la tarjeta de crédito. Para evitarlas podemos contratar tarjetas de crédito gratis como la Tarjeta bancopopular-e, que no tiene ninguna comisión de este tipo.
  3. Modalidad de pago. Podemos elegir distintas maneras de devolver el dinero: por plazos, devolución mensual, pago aplazado… Algunas tarjetas permiten aplazar el pago sin cobrarnos intereses, como la Nueva Visa Barclaycard, con la que podremos pagar todas nuestras compras hasta en 59 días al 0 % TAE.
  4. Límite de financiación. Cada tarjeta pone un límite al crédito que podemos usar cada mes.
  5. Ámbito geográfico. Hay tarjetas que podemos usar en el extranjero, una ventaja a tener en cuenta si somos muy viajeros.
  6. Ventajas adicionales. Seguros, descuentos, programas de puntos, regalos, etc.

Si ya tenemos una tarjeta de crédito contratada y queremos librarnos de pagar gastos de renovación y mantenimiento, descubriremos cómo hacerlo si nos descargamos gratis la guía de HelpMyCash “Cómo dejar de pagar comisiones”.