Cuando decidimos vender un piso tenemos varias opciones para llevar a cabo la venta. Podemos hacerlo por nuestra cuenta y encargarnos al 100% de la gestión de la operación o, más bien, optar por contratar ayuda para que sea un profesional quien lo haga. La buena noticia es que hoy en día tenemos dos tipos de expertos que podemos elegir: las inmobiliarias tradicionales o las agencias online. Éstas, aunque persiguen el mismo fin, tienen una manera distinta de trabajar y, también, de cobrar. Las primeras piden un porcentaje sobre el precio de venta de la casa y las segundas, en su mayoría, una tarifa fija a pagar según los servicios contratados. Pero ¿qué es más barato: la comisión inmobiliaria o la cuota fija? En este artículo lo explicamos.
La comisión inmobiliaria incluye todos los servicios para la venta
Las agencias tradicionales, es decir, las que están a pie de calle, suelen cobrar una comisión sobre el precio de venta de la casa que oscila entre el 3% y el 7%, según la agencia, la ubicación o el importe de la casa. Por ejemplo, por un piso ubicado en una zona pujante como Baleares o Canarias nos pueden pedir hasta un 6% o 7%, pero por un inmueble ubicado en un pueblo pequeño nos pueden cobrar un 3%.
Esta comisión incluye la gestión integral de la venta. Es decir, las inmobiliarias tradicionales se encargan de tramitar los documentos obligatorios como, por ejemplo, el certificado energético de la vivienda o la cédula de habitabilidad, promocionar la venta en los portales inmobiliarios y todos los canales disponibles y recibir a las visitas. Además, también pueden negociar las condiciones con el comprador, redactar el contrato de arras y acompañarnos a la notaría.
La tarifa fija se puede pagar al inicio o con la venta de la casa
Las inmobiliarias online, por su parte, suelen ofrecer dos planes de servicios para vender un piso que podemos contratar de acuerdo a nuestras necesidades y que se pueden pagar al inicio o con la venta.
La mayoría ofrece un plan inicial que se paga al contratar a la inmobiliaria online y que incluye servicios básicos como, por ejemplo, la publicación de los anuncios, la valoración de la vivienda y la redacción del contrato de arras. A su vez, ofrecen un plan premium que se puede pagar con la venta de la casa o que bien incluye más servicios para la venta como, por ejemplo, las fotos profesionales de la vivienda.
El precio de los paquetes básicos oscila entre los 1.000 y los 2.000 euros y los de los planes premium entre los 2.000 y los 5.000 euros. Aunque, esto varía según la agencia. Eso sí, hay que tener en cuenta que estos no incluyen todos los servicios para vender un piso (ni siquiera los planes premium).
Hay ciertos servicios que deberemos pagar aparte como, por ejemplo, el trámite de los documentos obligatorios para vender el piso o la recepción de las visitas. Estos costes adicionales incrementan la factura final a pagar por la venta del piso.
La opción más barata va a depender del precio del piso y de nuestras necesidades
Aunque a simple vista puede parecer que las inmobiliarias online son más baratas. Hay ciertos aspectos que debemos tomar en cuenta y es aconsejable que, a la hora de decidir con quién vender, evaluemos el tipo de servicio que necesitamos de acuerdo a nuestro caso.
Además, debemos tener en cuenta el precio de la vivienda. Por ejemplo, si nuestro piso cuesta 100.000 euros, necesitamos un servicio integral y no queremos pagar al inicio sino con el dinero de la venta:
- A una agencia tradicional le podríamos pagar entre unos 3.000 euros y unos 7.000 euros.
- En cambio, a una inmobiliaria online como, por ejemplo, Housfy le podríamos pagar unos 5.600 euros, ya que a los 4.490 euros que cuesta el plan premium, le tenemos que sumar el coste de las visitas y la gestión de los documentos.
Ahora bien, si el asunto es que nuestro piso tiene un precio más alto, supongamos 350.000 euros:
- A una agencia tradicional le pagaremos entre 10.500 euros y 24.500 euros.
- Mientras que la inmobiliaria online nos cobraría los mismos 5.600 euros.
Esta sería aún más barata si podemos encargarnos nosotros de gestionar los documentos o recibir visitas para pagar menos. En este sentido, si lo que buscamos es ahorrar en la intermediación, tenemos que comparar lo que nos ofrecen varios tipos de inmobiliarias, tener claro los servicios que necesitamos y echar números para saber qué nos sale a cuenta en nuestra situación particular.
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