Los préstamos pignorados son una forma de financiación muy poco frecuente para el gran público. Se trata de créditos donde se utilizan diferentes tipos de activos financieros como garantía de pago del préstamo. Por lo tanto, permiten conseguir financiación con precios por debajo de la media. Decimos que son poco comunes porque se suelen ofrecer a clientes prime o dentro de la banca privada. No obstante, desde la crisis del coronavirus, parece que este tipo de financiación se ha vuelto un poco más habitual dentro de los catálogos de financiación de la banca como una nueva fórmula para conceder créditos.

Características y funcionamiento de los créditos pignorados

Aunque las finalidades de los préstamos pignorados son similares a la de los préstamos personales, estos productos tienen unas características particulares diferentes:

  • Tienen una garantía de un activo financiero. Así, debes contar con un depósito o un fondo de inversión que sirva de garantía para poder solicitarlos.
  • La cantidad máxima que ofrecen es un porcentaje del valor de efectivo del producto que pongamos como garantía. Es decir, debes contar con la cantidad en ahorros del préstamo que queremos obtener.
  • Los intereses de este tipo de créditos son mucho menores que la media. Se sitúan entre el 1% y el 5% TAE, en función de la entidad.
  • No es posible movilizar el dinero del producto puesto como garantía hasta terminar de pagar el crédito. No obstante, la rentabilidad obtenido mientras dure el plazo no entrará dentro de la garantía.
  • Estos productos deberán ser de la misma entidad donde solicites el crédito. Aun así, no suelen pedirte más vinculación por ello.
  • Los préstamos pignorados están pensados para un perfil prime. Por eso, generalmente, se negocian de manera personalizada con cada entidad.
  • En caso de impago, el banco podrá ejecutar la garantía pignorada y quedarse con tus ahorros para recuperar el dinero prestado.

La principal ventaja de utilizar estos productos es que no tendrás que tirar de ahorros para poder financiar un proyecto. Así, mientras tus ahorros siguen generando rentabilidad, podrás obtener financiación utilizándolo como garantía para conseguir un crédito con un interés mucho más competitivo que la media.

¿Qué préstamos pignorados existen actualmente?

Generalmente estos préstamos no están dentro de las ofertas públicas de financiación de los bancos. No obstante, debido a la inestabilidad económica surgida por el coronavirus, algunos bancos están ofertando este tipo de créditos. De esta manera, ofrecen financiación a perfiles prime y a personas con ahorros. Estas son algunas de las ofertas actuales:

Entidad Características
Préstamo 75 EBN
  • Pignorado a un Depósito EBN
  • Hasta el 75% del capital que tengamos en el depósito
  • Desde el 3,92% TIN (3,99% TAE)
  • Desde 6 meses hasta 4 años
  • Sin comisiones de formalización
Crédito Estamos Contigo Banco Caminos
  • Pignorado a un depósito o a un fondo de inversión de Banco Caminos
  • Hasta el 100%, 125% o 150% según si pignoras un depósito, un fondo a renta fija o un fondo a renta variable, respectivamente.
  • Desde 0% TIN (1,26% TAE)
  • Reembolso en 6, 9 o 12 meses
  • Comisión de apertura entre 0,75% – 1,25%
Préstamo pignorado a un fondo de inversión LiberBank
  • Pignorado a un fondo de inversión de Liberbank
  • Hasta el 60% del valor liquidativo del fondo
  • Desde el 2,50% TIN (2,52% TAE)
  • Reembolso entre 3-8 años
  • Sin comisiones de formalización
  • Posibilidad de carencia de capital inicial de hasta 6 meses.

Igualmente, si cuentas con depósitos o fondos de inversión, siempre podrás acudir a tu banco para intentar negociar un préstamo con este tipo de garantía.