Los avales son unas figuras vitales en los préstamos personales, aunque no siempre son requisito indispensable para conseguir un crédito. No obstante, si el banco nos exige poner a un tercero para actuar como aval, debemos saber todos los tipos que existen, cuáles serán sus responsabilidades y los riesgos que conlleva ser avales. Estas personas serán la garantía adicional que tendrá el banco para asegurarse de que el préstamo que solicitemos se reembolsa sin problemas. Explicamos todo lo que se debe saber sobre el aval bancario en los créditos al consumo.

Por qué los bancos piden un aval para el préstamo

Un aval es una garantía adicional que pedirá un banco a una persona que busca un préstamo cuando nuestro perfil no es completamente adecuado para que aprueben nuestra solicitud. De esta manera, un aval será una persona que por su estabilidad laboral y financiera puede asegurar al banco de que el préstamo se devolverá sin problemas.

Generalmente es una práctica común cuando la persona que solicita el crédito es muy joven, lleva pocos años trabajando o tiene un trabajo temporal, no tiene muchos ahorros o solicita una cantidad de dinero superior a la que debería por su situación financiera. En estos casos, aunque cumplamos con otros requisitos como contar con unos ingresos suficientes y estables, el banco querrá asegurar la operación con un avalista.

Pedir a un amigo o un familiar que actúe como aval siempre tiene sus riesgos, por lo que lo ideal es buscar financiación que no exija la figura de un avalista. Los préstamos de Cofidis, por ejemplo, no pedirán un aval ni tampoco vinculación o cambiar de banco para poder contratarlos y, según la finalidad, tienen un coste desde el 4,95% TIN sin comisiones.

Tipos de avales que podemos encontrar en los créditos al consumo

Existen diferentes tipos de avalistas según el contrato del préstamo que firmemos. Es importante conocer el tipo de aval que contratemos y sus riesgos para poder negociar con el banco unas condiciones más ventajosas.

Según la reclamación que haga el banco podemos encontrar dos tipos de avales:

  • Aval solidario, es el más común y en caso de impago el banco podrá acudir tanto al titular como al avalista para reclamar el pago de las cuotas del crédito al consumo.
  • Aval simple, es el tipo de aval que deberíamos pedir. En caso de impago el banco deberá acudir primero al titular y, si este no reembolsa la cantidad, podrá acudir al avalista.

Además, también podremos diferenciar los tipos de avales según la responsabilidad que tengan con el préstamo que soliciten los titulares:

  • Aval económico financiero. En este caso el avalista solamente deberá hacer frente a la deuda con sus ingresos cuando el titular no pueda hacer frente a las mensualidades.
  • Aval técnico. Es el tipo de avalista más arriesgado, ya que en caso de que el titular no pague las cuotas, esta figura no solo deberá hacer frente a la deuda con sus ingresos, sino también con sus bienes presentes y futuros.

De esta manera, el menor riesgo que correrá un aval es si es un aval simple económico financiero, mientras que, si se trata de un avalista solidario técnico, será cuanto más riesgo correrá en caso de que el titular no pueda pagar el préstamo.