Un seguro de hogar es un producto pensado para cubrir los siniestros a los que puede verse sometida una vivienda, desde incendios hasta robos pasando por averías, accidentes domésticos y otros contratiempos. Aunque en España sólo es obligatorio un seguro contra incendios, es común que junto a la hipoteca se exija un seguro multirriesgo de la vivienda.

¿Qué cubren los seguros de hogar?

Este tipo de póliza suele ofrecer distintos tipos de cobertura. Son los siguientes:

  • Daños en el continente. Es la cobertura de la vivienda en sí misma: paredes, suelo, ventanas, etc. Gracias al contrato de esta póliza, la aseguradora pagará cualquier reparación provocada por incendios, inundaciones o accidentes. Ahora bien, conviene preguntar qué siniestros cubre y cuáles no. Como es común: a más precio, mayor cobertura.
  • Daños en el contenido. Es la cobertura de lo que contiene la vivienda, es decir, muebles, equipamiento y demás enseres. Hay que fijarse en el contrato para ver si se asegura el contenido por su valor de reposición, es decir, lo que costaría en caso de comprar el elemento de nuevo, o si asegura el valor real, con el descuento por la depreciación ligada al tiempo.
  • Responsabilidad civil. Sirve para pagar indemnizaciones potenciales si se causaran daños a terceros por posibles accidentes como, por ejemplo, una explosión de gas o una inundación en el inmueble del asegurado. Pueden ser pagos cuantiosos, especialmente si hay lesiones, por lo que es conveniente contratar uno de estos seguros que cubra al menos 300.000€ de responsabilidad civil.
  • Defensa jurídica. Sirve para cubrir los gastos judiciales en caso de acabar en los tribunales por culpa de un accidente o avería en el inmueble.

¿Cuánto cuesta un seguro de hogar?

La póliza de hogar medio ronda los 300€ al año para una vivienda de unos 120 metros cuadrados. Como es evidente, cuanto menor sea la superficie más barata será la cuota.

En cuanto a la manera en que se cobra, existen distintos modos. Normalmente se trata de un pago mensual, trimestral o anual, aunque en algunos casos, especialmente si el seguro está vinculado a la hipoteca, pueden proponernos pagarlo todo de golpe. Es el denominado seguro PUF (prima única financiada), que permite liquidar el coste del seguro con cobertura de varios años de una sola vez y financiar su coste en el total de la hipoteca. El problema es que de este modo se pagan intereses sobre la cuota del seguro y, por tanto, acaba saliendo más caro.

Sea como sea, conviene elegir bien un seguro para asegurarnos de que pagamos una cuota justa. Para eso, tendremos que comparar seguros antes de inclinarnos por la primera opción.