El Banco Santander mejora las condiciones de su Hipoteca Fija, rebajando el interés del préstamo hipotecario a 20 años y aumentando la posibilidad de conseguir la financiación a un mayor número de años, en concreto, hasta 30 años.
¿En qué cambia la hipoteca fija?
La Hipoteca Fija de Santander anteriormente solo podría contratarse hasta 20 años al 2,40 % TIN. Sin embargo, la entidad ha estirado el plazo hasta los 30 años, y establece un interés inferior para un plazo de 5 a 15 años. Así queda configurado el interés del préstamo hipotecario en función del plazo:
- De 5 a 15 años al 1,75 % TIN y TAE del 3,12 %
- De 16 a 20 años al 2 % TIN y TAE del 3,24 %.
- De 21 a 25 años al 2,25 % TIN y TAE del 3,40 %.
- De 26 a 30 años al 2,50 % TIN y TAE del 3,58 %.
Por contra, la comisión de apertura de la Hipoteca Fija de Santander se eleva del 0,5 % al 1 %.
La Hipoteca Fija tras los pasos de su hermana mayor a tipo variable
Con esta mejora, el Santander pretende situar su préstamo hipotecario a tipo fijo entre los más competitivos del mercado hipotecario, lugar que ocupa desde hace tiempo la Hipoteca Variable Santander, por sus competitivas condiciones:
- Interés: al 1,75 % TIN los primeros dos años, posteriormente el interés pasa a euríbor + 0,99 %.
- TAE: variable del primer año al 2,20 %.
- Financiación: hasta un 80 % para la compra de primera vivienda y hasta un 70 % para la compra de segunda vivienda.
- Plazo: hasta 30 años para la compra de primera vivienda y hasta 25 años para la compra de segunda vivienda.
- Vinculación: seguro de vida, seguro de hogar, tarjeta de débito, domiciliación de nómina y domiciliación de 3 recibos.
- Comisiones: comisión de apertura al 0,5 % y comisión de subrogación del 0,5 % durante los primeros 5 años y después del 0,25 %.
¿Hipoteca a tipo fijo o a tipo variable?
Una de las preguntas más típicas, entre los consumidores que buscan financiación, es qué tipo de financiación es mejor para comprar una vivienda, sobre todo desde que los bancos comenzaron a rebajar el interés de estos préstamos hipotecarios.
En realidad, esta respuesta es muy subjetiva y depende del perfil y de la situación de cada consumidor en el momento de la compra de la vivienda y de su perspectiva de futuro.
Las hipotecas fijas son una buena opción para todos aquellos clientes con una mayor aversión al riesgo y que no podrían vivir con la incertidumbre de una subida de los intereses.
Las hipotecas a tipo variable, por contra, siguen siendo más baratas a corto plazo aunque en función de las futuras cotizaciones del euríbor, podrían generar cuotas más elevadas.
En cualquier caso, antes de decantarnos por una opción u otra debemos comparar entre las diferentes opciones que nos ofrece el mercado, por ejemplo, a través de un comparador de hipotecas online.
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