Los pagarés bancarios se han vendido recientemente como una alternativa inocua a los depósitos a plazo fijo, especialmente tras el recrudecimiento de la Ley Salgado, que limita la rentabilidad de los depósitos en función del Euribor. Las entidades los presentaban como productos sin riesgo, iguales que cualquier plazo fijo, pero hay ciertos puntos con los que vigilar.

¿Cuáles son los riesgos de los pagarés bancarios?

Estos son los factores de riesgo a tener en cuenta si nos proponen comprar pagarés bancarios:

  1. No están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). El FGD garantiza hasta 100.000€ por entidad y titular, pero sólo en depósitos y cuentas. Por tanto, si el banco que te ha vendido pagarés quiebra, corres riesgo de perderlo todo, en función de los recursos que tenga el banco para repartir
  2. Los pagarés no se pueden cancelar anticipadamente. Para recuperar el capital antes de finalizar el plazo pactado hay que venderlos en el mercado secundario, con la posible pérdida de capital que ello conlleva. Estamos hablando, por tanto, de un riesgo en forma de falta de liquidez

Por estos dos motivos los depósitos a plazo fijo son más seguros que los pagarés, aunque este riesgo también se traduce en muchos casos en una mayor rentabilidad. Igualmente, nunca hay que dejarse llevar por las promesas del banco sobre seguridad y liquidez de los pagarés, conviene tener en cuenta sus riesgos y comparar depósitos antes de elegir para asegurarte de que eliges la opción más rentable, pero también más segura.

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