A todo el mundo le gustaría comprar la casa perfecta: con el número justo de habitaciones, un buen baño, un comedor espacioso… Encontrarla, sin embargo, no siempre es sencillo; de ahí que haya personas que prefieran hacerse con un inmueble algo peor (y más barato) para reformarlo y adaptarlo a sus necesidades. Ahora bien, si no tenemos ahorros para pagar la adquisición y las obras, ¿cómo lo podemos conseguir? En este artículo explicamos de qué maneras se pueden financiar este tipo de operaciones.
Plan A: contratar una hipoteca para la compra y la reforma
Lo ideal, en estos casos, es contratar un préstamo hipotecario que nos permita financiar tanto la adquisición de la vivienda como su reforma posterior. Sin embargo, la mayoría de los bancos solo prestan hasta el 80% del valor del inmueble que se compra, así que conseguir una hipoteca para esta finalidad es muy complicado.
Existe una entidad, no obstante, que dispone de un producto específico para financiar la compra y la reforma de una vivienda: Hipotecas.com. Esta financiera nos puede prestar el 80% del valor del inmueble para cubrir su adquisición más un 30% adicional para pagar las obras, con un plazo de devolución de hasta 30 años.
En la tabla siguiente podemos consultar las condiciones de financiación que ofrece Hipotecas.com:
Producto | Interés | Más información> |
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Hipoteca SUMA Variable | 2,89% el primer año (o 2,69% los dos primeros)
E + 1,59% los siguientes |
|
Hipoteca SUMA Fija | 2,49% a 20 años
2,69% a 25 años 2,85% a 30 años |
|
Hipoteca SUMA Mixta | 2,39% a 10 años y E + 1,19% los siguientes
2,49% a 15 años y E + 1,09% los siguientes 2,49% a 20 años y E + 0,99% los siguientes |
Esta entidad no cobra comisiones de ningún tipo. Además, no nos exigirá contratar ningún producto suyo, lo que nos permitirá ahorrar una buena suma de dinero a largo plazo.
Plan B: pedir una hipoteca para comprar la casa y otro préstamo para reformarla
En caso de que la opción anterior falle, la alternativa es contratar una hipoteca para comprar una casa y pedir un préstamo personal para financiar la reforma. Ahora bien, para que algún banco nos dé ese préstamo, deberemos contar con la solvencia suficiente para afrontar las cuotas de la hipoteca más las del crédito para las obras.
Para aumentar las probabilidades de aprobación, lo aconsejable es que la suma de esas dos cuotas no supere el 35% de nuestros ingresos netos mensuales. Así, además, reduciremos el riesgo de caer en un sobreendeudamiento que nos pueda provocar problemas económicos en el futuro.
Si la reforma no te corre prisa o crees que no te darán el crédito, también puedes pedir el préstamo unos años después de adquirir la vivienda. De este modo, la hipoteca pendiente será menor y tendrás más probabilidades de que te aprueben el crédito (y también habrás ahorrado más dinero para pagar las obras o cubrir una parte). Ten en cuenta, eso sí, que si no la compras como vivienda habitual, el banco te financiará hasta el 60% o el 70% de la compra, por lo que necesitarás más dinero para cubrir la parte restante más la posterior reforma.
Busca un préstamo barato para pagar cuotas bajas
Lógicamente, si queremos pagar lo mínimo posible por ese préstamo personal, tendremos que buscar uno que tenga un interés bajo. En general, el tipo de interés de estos productos es de en torno al 7%, aunque hay entidades que nos pueden aplicar un tipo por debajo del 6% o hasta del 5%.
Todas estas financieras las podemos encontrar en el ranking de mejores préstamos personales de HelpMyCash, en el que aparecen las ofertas de financiación más baratas del momento:
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