Los depósitos a plazo fijo se pueden dividir en tres categorías distintas en función de su plazo de duración: a corto, medio y a largo plazo. Este factor puede ser mucho más condicionante que la propia rentabilidad del plazo fijo, ya que determinará la duración del depósito y, por tanto, el período de tiempo en el que no podrás acceder a tu dinero. Si estás pensando en contratar el mejor depósito bancario para ti pero no sabes cuál es el plazo idóneo, descuida, te ayudamos a salir de dudas.
¿Cuándo me conviene un plazo corto?
Los depósitos bancarios a corto plazo se caracterizan por tener una duración definida menor a 12 meses. Lo más habitual es que las entidades comercialicen plazos fijos a tres, seis o a nueve meses. Estos depósitos suelen emplearse como método de captación de usuarios, y es que, en ocasiones, los bancos ofrecen rentabilidades elevadas que pueden igualar y superar las que ofrecen los plazos medios y largos, aunque no suele ser lo habitual.
Fuera de los depósitos a corto plazo promocionales, este tipo de depósitos no suelen destacar demasiado y su tipo interés es más bien bajo. No obstante, los plazos cortos pueden interesarte si:
- Nunca has contratado un plazo fijo y quieres iniciarte con un plazo muy corto
- Si consideras que no puedes prescindir del dinero invertido durante mucho tiempo
- Has calculado lo que vas a ganar y quieres esos intereses de vuelta en un plazo corto
- Deseas aprovechar la rentabilidad promocional de una entidad
¿Cuándo me conviene un plazo medio?
Los plazos medios, que suelen oscilar entre los 12 y los 18 meses, suelen ser los favoritos de los ahorradores. Lo habitual es que estos depósitos bancarios ofrezcan una rentabilidad decente o buena (aunque hay excepciones). Debido a que el dinero permanecerá en el producto un período de tiempo razonable para obtener beneficios (ni muy corto ni muy largo), los ahorradores tienden a decantarse por estos depósitos, que pueden interesarte por:
- Quieres obtener una buena rentabilidad (es posible obtener hasta un 1% TAE)
- Puedes prescindir del dinero durante un año o un año y medio
- Quieres diversificar tu dinero en varias entidades, ya que, dado a la popularidad de este tipo de depósitos, es el tipo de plazo fijo más comercializado
¿Cuándo me interesa un plazo largo?
Los depósitos bancarios a largo plazo son aquellos cuya duración se encuentra comprendida entre los 2 y los 10 años. Este tipo de depósitos suelen ofrecer rentabilidades elevadas que, en muchas ocasiones, superan el 1% TAE. Lo habitual es que estos sean los depósitos que más beneficios nos aportan, ya que el dinero se remunerará por más tiempo. Este producto puede ser para ti, si:
- Buscas obtener la mayor rentabilidad posible (los mejores plazos largos ofrecen 1,36% TAE o 1,41% TAE)
- Puedes prescindir del dinero durante mucho tiempo
- Tienes una buena base de ahorros para invertir (pues algunos de estos depósitos pueden exigir inversiones elevadas, como por ejemplo 10.000 euros)
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