Solicitar préstamos personales en pareja es habitual. La solvencia y la confianza que transmitimos a las entidades crediticias nos ayudan a conseguir unas mejores condiciones de financiación y nos permiten repartir los gastos entre dos. Sin embargo, más de 95.000 divorcios se han producido solamente durante el último trimestre de 2015, de acuerdo con los datos del Consejo General del Poder Judicial. Ante una separación, ¿Qué ocurrirá con los préstamos personales que tenemos en común?
¿Cómo podemos repartir los préstamos personales?
Es importante tener en cuenta que cuando solicitamos préstamos personales con dos titulares ambos somos responsables y una separación o divorcio no afectará a nuestra responsabilidad conjunta con la entidad bancaria. Estas son las opciones a las que podemos acudir si tenemos un préstamo personal con nuestra ex pareja:
- Cancelar: la opción más fácil es que no quede ninguna deuda pendiente con nuestra ex pareja. Si es posible, debemos realizar una amortización anticipada para finiquitar el préstamo. Si fuese necesario, podemos vender el bien que hemos financiado para amortizar los préstamos personales conjuntos.
- La desventaja de esta opción es que no siempre será posible cancelar el crédito o que no siempre los bienes financiados son materiales y se pueden vender, como una reforma, por ejemplo.
El Préstamo Naranja de ING nos permite conseguir hasta 40.000 € en minutos y sin comisiones, es decir, sin comisión de estudio, apertura o por amortización anticipada, por lo que podemos reembolsar la totalidad del préstamo en cualquier momento sin pagar de más. |
- Compartir: si la ruptura ha sido amistosa esta es la opción más fácil para ambas partes, pero también la que más confianza en la otra parte conlleva. Podemos dejar una cuenta corriente conjunta donde se domicilie el pago mensual de los préstamos personales y donde cada una de las partes ingrese el capital correspondiente.
- El problema es que alguno de los titulares decida dejar de pagar o que contrate otros productos a través de esa cuenta y deje al otro cotitular con más deudas.
- Cambiar: suele ser la opción más segura para poder repartir la responsabilidad. Se trata de cambiar el contrato y dejar un solo titular en vez de dos. De esta manera la parte que se quede con el bien financiado será la parte responsable del reembolso de los préstamos personales.
- Su inconveniente es que esta opción conlleva papeleos, comisiones extra y requiere que el titular que se quede como titular único tenga la solvencia suficiente para hacer frente al reembolso de los préstamos personales.
Los Créditos Proyecto de Cofidis nos permiten cambiar el plazo y la cuota mensual en cualquier momento sin coste adicional. De esta manera podremos adaptar lo que pagaremos según nuestra situación económica. Además, con su servicio comodín podremos, previo aviso, aplazar el pago de una cuota para solucionar cualquier imprevisto. |
- Negociar: esta opción viene dada por el acuerdo de divorcio, el cual será el que decida quién de los dos titulares debe ser el responsable del reembolso. Normalmente será la persona que disfrute del bien financiado la que deba hacerse cargo.
- Sin embargo, al igual que ocurre con la opción de compartir la deuda, ante la entidad financiera siguen existiendo dos titulares por lo que si el responsable decide no pagar, será el otro titular el encargado de hacerlo. En este caso no pagar los créditos es la peor de las soluciones, la mejor alternativa será que el otro titular pague las cuotas y acudir a las vías judiciales para reclamar a nuestra ex pareja las mensualidades abonadas.
Cada divorcio y cada situación económica es diferente en cada pareja por lo que lo mejor es buscar ayuda profesional especializada en separaciones para que nos ayude a encontrar la solución más adaptada a nuestras necesidades.
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