Los anuncios de venta falsos y los intentos de estafas brotan como la hierba en Idealista, Fotocasa y casi todos los portales inmobiliarios. A pesar del esfuerzo de las compañías en reforzar sus sistemas de seguridad y su colaboración constante con las autoridades, a menudo los malhechores se aprovechan de las necesidades de vendedores y compradores. Solo la web pisos.com detecta entre unos 10 y 15 conatos de fraude al día. Las tácticas que utilizan son variopintas, incluso algunas son bastante telenovelescas, pero si somos astutos y cuidadosos podemos evitar caer en esta clase de timos.
Del falso inversor a la mecánica del phishing: los engaños más frecuentes
Aunque los timos más generalizados son los referentes a los pisos de alquiler, los vendedores no estamos exentos de caer en las garras de los estafadores. De hecho, existen mafias que dedican considerables esfuerzos, tanto digitales como humanos, en hacernos caer en estos engaños:
El millonario extranjero que quiere comprar nuestro piso como inversión
Aunque resulte rocambolesca, esta práctica ha tenido muchas víctimas. Un supuesto inversor extranjero contacta con nosotros sumamente interesado en nuestro piso. Nos pide fotos, vídeos e información detallada y nos dice que lo quiere comprar, que no le hace falta ir a verlo.
Luego nos cita en algún restaurante u hotel de lujo de nuestra localidad -en ciertos casos reales algunos vendedores han viajado a otras ciudades para la cita- y después de ganarse nuestra confianza, nos propone pagar parte de la operación en efectivo. El truco radica en que esta persona -con apariencia de adinerada- alega disponer solo billetes de 500 euros y nos pide cambiarlos por unos de menor cuantía. Si aceptamos el intercambio, en una segunda cita perdemos el dinero de baja denominación que entregamos y a cambio recibimos billetes falsos.
La suplantación de identidad o el phishing
Este tipo de estafa está liderada por ciberdelincuentes. La mecánica consiste en que, tras dar el paso de publicar nuestro anuncio para vender nuestro piso, nos envían un correo electrónico o un sms desde una página web que es una copia de la original, pidiendo que hagamos clic y que ingresemos con nuestros datos.
Generalmente los mensajes que utilizan de gancho para que piquemos suelen ser una oferta de mejora o el aviso de baja del servicio. Pero lo cierto es que nos llevan a una página que roba nuestros datos y que luego, para que no sospechemos, nos redirige a la web real del portal.
Después, usan nuestro usuario para estafar a compradores: es común que rebajen el precio del piso para convertirlo en el chollo de la historia. Esto provoca una lluvia de contactos de personas ilusionadas que harían cualquier cosa para quedarse con el piso. Acto seguido, los delincuentes piden una pequeña señal de reserva a los incautos y argumentan la imposibilidad de realizar una visita.
En algunos casos, incluso cambian las imágenes de nuestro piso e insertan uno de ensueño, que incluye una visita virtual o vídeos 360º, lo que hace que algunos compradores se den por satisfechos y transfieran el dinero. Esto puede pasar en muy pocos días, por lo que es posible que no nos demos ni cuenta para denunciarlo a tiempo.
Cómo evitar ser víctimas de los estafadores en los portales inmobiliarios
Idealista aconseja a los que utilizamos los servicios de su portal que tengamos cuidado de no facilitar nunca, ni por ningún medio, nuestros datos de acceso y el código de validación que recibimos cuando subimos el anuncio.
Igualmente, es importante que si recibimos algún correo o sms dudoso de alguna página, no nos dejemos llevar por la apariencia de la web y verifiquemos la url o el dominio del sitio antes de dar nuestros datos. También, es vital que ante cualquier sospecha de estafa lo denunciemos al portal.
Por otra lado, aunque nos haga ilusión la idea de vender nuestro piso a un millonario, nunca debemos aceptar intercambios de dinero. Si bien es común, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona, la compra de inmuebles por parte de inversores, debemos apostar siempre por transacciones transparentes. De lo contrario, podríamos vernos envueltos en un problema de grandes magnitudes.
En definitiva, si tenemos en cuenta estos consejos y somos cuidadosos con nuestros datos y las ofertas de compra que nos llegan, podemos evitar ser víctimas de los estafadores que pululan en los portales inmobiliarios.
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