La reciente investigación que realizamos desde HelpMyCash.com sobre la financiación de un coche nuevo trajo una conclusión preocupante: la falta de transparencia de los concesionarios juega en contra de los intereses de los clientes. Esa opacidad obliga a los posibles compradores a encarar el encuentro con los comerciales con una atención extra. Si no es así, tragaremos con lo que nos echen. Con el objetivo de evitar que eso ocurra, señalamos tres claves a tener en cuenta para financiar nuestro coche nuevo con la garantía de saber qué contratamos.
¿En qué aspectos debemos poner especial atención durante la negociación?
La charla con un comercial en un concesionario puede durar 15, 20 minutos o más según las ganas de hablar que tenga tanto él o ella como nosotros. Sea como sea, durante la conversación aparecerán una serie de conceptos con los que nuestra alarma debe saltar. Estas son las palabras clave que deben activar nuestras defensas:
Intereses
Son la base de toda financiación, lo que más llama la atención. Sin embargo, como estamos en un concesionario parece que pasan a un segundo plano, o ese pretenden los comerciales. Puede que pasen de puntillas, como si solo importara qué coche hemos elegido. Sin embargo, no debemos olvidar que en ese momento el vehículo ya está elegido y estamos negociando un producto financiero. Los intereses deben quedar claros para compararlos con los de los préstamos bancarios, cuya TAE se mueve sobre el 7% de media para la compra de un coche.
Comisiones
Es importante saber si el coste de las comisiones es independiente o está relacionado con la entrada que paguemos. También tendremos en cuenta si es un porcentaje o un importe fijo, y si su coste se paga al contado o se financia junto al resto de cuotas generando más intereses.
Productos vinculados
Este es otro momento clave de la conversación. El concesionario nos ofrecerá un descuento sobre el precio del vehículo, pero a cambio meterá en el pack de la financiación unos servicios adicionales que nosotros, normalmente, no hemos pedido (seguros o extensiones de garantía). Dirán que, contratándolos conjuntamente con el coche, el precio será menor que si lo hacemos por separado. Igual que con los intereses, nos lo explicarán rápidamente y darán por hecho que los queremos. No preguntarán. Simplemente comentarán lo interesantes que pueden resultar para nosotros.
Donde no perderán tiempo es en explicar sus coberturas y sus costes. De hecho, si hay varios productos vinculados, los precios pueden estar juntos, sin desglose. Además, desde el concesionario juegan con las cantidades que manejamos. Hablaremos de importes altos: 15 mil, 20 mil euros o más. Como el coste de los productos vinculados puede ser de unos pocos cientos de euros, parecerá que no suponen un gasto elevado. Sin embargo, tenemos que ponerlos en contexto: son servicios que quizá podamos prescindir de ellos y cuyo coste se va a financiar, por lo que generarán intereses y hará que las cuotas crezcan.
Cómo comportarnos en el concesionario para que no nos tomen el pelo
Ya hemos avisado de la velocidad de crucero que puede tomar un comercial cuando nos explica los detalles de la financiación. Como clientes, es nuestra responsabilidad que baje el ritmo y se adapte al nuestro, así todos nos aclaramos. Podemos conseguirlo poniendo en práctica estos consejos:
- Interrumpir. Según el momento se considera de mala educación, pero este no es uno de ellos. Si hay algo que no queda claro, pararemos y preguntaremos. Si dejamos para el final todas las dudas, seguramente se nos olviden algunas.
- Pedir todo por escrito. “Es que financiándolo sale más barato”. Quizá esa afirmación del comercial sea cierta, pero tenemos que confirmarlo. Si tenemos los precios por escrito en las distintas alternativas que manejemos, tendremos las herramientas necesarias para comparar las opciones que tengamos.
- Desglosar los precios. Entre equipamientos extra, productos vinculados, descuentos y demás, resulta difícil distinguir el precio final y sus costes. Para poder decidir qué queremos añadir y qué no a nuestra compra, pediremos todos los costes desglosados.
Tomar estas pautas en el concesionario solo puede traer cosas buenas al consumidor. Por un lado, quizá consigamos un ahorro que de otra forma no hubiéramos logrado. Por otro, aunque acabemos pagando lo mismo, al menos sabremos qué hemos firmado y a qué nos atenemos. Así evitaremos que surjan sorpresas desagradables en el futuro.
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