Hay muchas situaciones en las que nos puede venir bien contratar un préstamo con garantía hipotecaria: para reunificar deudas que se nos han ido de las manos, para pagar los impuestos asociados a la herencia de propiedades, para reformar una vivienda que queremos vender… Ahora bien, como es lógico, este producto cuesta dinero, así que conviene saber cuánto habrá que pagar para saber si nos lo podremos permitir. En este artículo explicamos cuáles son los gastos que pueden tener estos créditos y cuáles de ellos están limitados por la ley vigente.
Recuerda: para contratar estos créditos es imprescindible aportar como garantía una propiedad inmobiliaria libre de cargas.
Todos los gastos de un crédito con un inmueble como garantía
El tipo de interés no es lo único que pagaremos si hipotecamos nuestra vivienda para conseguir financiación. Veamos cuáles son todos los gastos que nos puede cobrar el prestamista que nos dé el crédito, ya sea un banco, un intermediario o una compañía de capital privado:
- El tipo de interés, que en los préstamos con garantía hipotecaria suele rondar el 10%. Es más alto que el de las hipotecas para la compra de vivienda por el mayor riesgo de impago que tienen, pues los suelen pedir solicitantes que tienen problemas de liquidez.
- La comisión de apertura, cuyo coste suele ser de entre el 2% y el 10% sobre el importe del crédito. Por ley, el prestamista no puede cobrar comisiones de estudio.
- La comisión de intermediación si se pide el préstamo a través de un intermediario financiero. Su precio no está regulado, pero normalmente ronda el 5% sobre el importe prestado.
- La comisión por amortización anticipada, que se cobra en caso de devolver dinero por adelantado. Su precio máximo depende de si el interés es fijo o variable:
- Si es fijo, puede ser de hasta el 2% sobre el capital adelantado (1,50% a partir del undécimo año).
- Si es variable, puede ser de hasta el 0,25% durante los primeros tres años o de hasta el 0,15% los primeros cinco años (0% posteriormente en ambos casos).
- Los gastos de formalización, es decir, de escriturar e inscribir el crédito. Legalmente, el cliente solo tiene que pagar la tasación (unos 300 euros de media) y su copia de la escritura, mientras que el banco debe abonar el resto de costas (notaría, registro, gestoría e impuesto sobre actos jurídicos documentados).
Todos estos gastos tienen que aparecer obligatoriamente en la información precontractual que el prestamista nos haga llegar cuando le solicitemos financiación. Además, tiene que indicarnos qué cuota pagaríamos mensualmente.
Lo ideal es que la cuota a pagar no supere el 35-40% de tus ingresos mensuales netos.
¿Necesitas un préstamo con garantía hipotecaria? Supre Grupo te interesa
Ahora que ya sabemos cuánto nos pueden cobrar, ya podemos buscar un préstamo con garantía hipotecaria que tenga un precio interesante. Por ejemplo, una buena opción puede ser el crédito que ofrece Supre Grupo, una compañía especializada en la concesión de estos productos. Veamos cuáles son sus condiciones:
- Importe: hasta el 40% del valor de la vivienda que hipotequemos, con un mínimo de 10.000 euros y un máximo de 300.000 euros.
- Plazo: entre seis meses y 20 años, con la posibilidad de pagar solo intereses (carencia de capital) durante cinco años.
- Interés: entre el 2% y el 14% TIN (3,90% – 19,90% TAE) dependiendo del perfil del cliente y las condiciones del crédito.
- Comisión de apertura: entre el 0,25% y el 1,50% dependiendo de las condiciones del préstamo.
- Comisión por amortización anticipada: 2% durante los primeros 10 años y 1,50% posteriormente.
- Otros gastos: tasación y copia de la escritura (unos 350 euros de media).
Supre Grupo responde a las solicitudes en menos de 24 horas y es capaz de conceder sus préstamos en unas dos semanas. Si queremos ponernos en contactos con esta empresa, podemos hacerlo pinchando sobre el siguiente botón:
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