El mundo financiero está repleto de tecnicismos y conceptos poco comprensibles para el ciudadano de a pie. Y en el sector hipotecario, uno de los más escuchados es el de “hipoteca sin entrada”, usado principalmente por aquellos que quieren comprar una vivienda y disponen de pocos ahorros. En este artículo explicaremos qué es lo que significa exactamente esta expresión y veremos por qué a los bancos no les gusta escucharla en la mayoría de los casos.

Un préstamo que financia toda la compra

En general, para financiar la compra de una casa o de un piso, los bancos prestan hasta el 80% de lo que cuesta la adquisición. Por ello, en la mayoría de los casos es necesario que el comprador aporte el 20% restante de su bolsillo; un dinero que suele recibir el nombre de “entrada”.

Así, una hipoteca que no tiene esa entrada es un préstamo que financia el 100% de la compra de una vivienda. Muchos potenciales compradores no cuentan con los ahorros suficientes para pagar el 20% de la adquisición, así que estos productos suelen estar muy buscados.

¡Atención! Además de la entrada, el comprador debe tener ahorrado un 10-12% del valor de la vivienda para pagar los gastos asociados a la compraventa: impuestos, aranceles notariales y registrales… Los bancos casi nunca financian estos gastos.

¿Por qué los bancos no suelen dar hipotecas al 100%?

Ya hemos comentado que, normalmente, los bancos cubren únicamente el 80% de la compra de un inmueble, así que aportar esa entrada es necesario en la mayoría de los casos. Veamos por qué:

  • Dar una hipoteca que financie el 100% de la compra es más arriesgado para un banco. Primero, porque al tener un importe mayor, hay más probabilidades de que el cliente no pueda pagar las cuotas, que son más altas que si se financia el 80%. Y segundo, porque si la entidad necesita embargar la vivienda por un impago, puede no recuperar el dinero prestado si ese inmueble se ha devaluado.
  • Los préstamos hipotecarios de más del 80% no se pueden titulizar. Hay entidades que venden “paquetes” de hipotecas a fondos de inversión para rentabilizar rápidamente estos préstamos. Por ley, los créditos que financian más del 80% del valor de la vivienda no se pueden incluir en estos “paquetes”, así que a los bancos no les interesa concederlos.

Por todo ello, solo el 9,1% de los préstamos hipotecarios concedidos en 2020 cubrían más del 80% de la compra de un inmueble, según el Banco de España.

¿Puedo conseguir una hipoteca sin entrada?

Ahora bien, aunque sea más complicado conseguir financiación sin aportar una entrada, ya vemos que las entidades sí dan estas hipotecas en ciertos casos. Veamos de qué maneras tenemos más opciones de conseguir un préstamo que financie el 100% de la adquisición de nuestra futura casa o piso:

  • Si contratamos a brókeres hipotecarios: muchos de estos profesionales están especializados en conseguir productos de este tipo. A cambio, eso sí, tendremos que pagarles sus honorarios (suelen costar entre el 2% y el 5% sobre el importe del préstamo), aunque nos saldrán a cuenta si nos obtienen la financiación que necesitamos con unas buenas condiciones.
  • Si compramos una vivienda que pertenezca a un banco: las entidades quieren sacarse sus pisos de encima, así que muchas nos financiarán el 100% de lo que cuestan.
  • Si tenemos un buen perfil y negociamos: quizás podamos convencer a alguna entidad si somos funcionarios, somos jóvenes con buenos ingresos (más de 3.000 euros mensuales entre todos los titulares), podemos aportar otras garantías (avales y otra propiedad), etc.

Hay que decir, eso sí, que en ninguno de estos casos tenemos garantizada la concesión del préstamo sin entrada, aunque sí tendremos más opciones de conseguirlo. Además, como es lógico, el banco solo aprobará nuestra solicitud si reunimos unos requisitos básicos: si cobramos un sueldo suficiente para pagar las cuotas, si contamos con estabilidad laboral y tenemos pocas o ninguna deuda, etc.