Jose Martín

FUENTE: Asesora.com

Los primeros pasos que debe dar un ahorrador a la hora de tomar una decisión financiera son los de evaluar su perfil de riesgo, sus necesidades financieras y el horizonte temporal al que quiere invertir. Después, si conoce el activo financiero que ha elegido, dónde invierte, en qué productos, en qué zona geográfica, si tiene o no liquidez, si se acopla a esos objetivos iniciales… Pues bien, si la respuesta a estas preguntas le llevan a un fondo de inversión y a una categoría concreta y no quiere que un experto financiero le facilite el trabajo al recomendarle varios buenos productos entre los que elegir, éstas son las variables que debe interpretar para tomar la mejor decisión: el ratio de Sharpe, el alpha y la beta.

Conseguir estos datos no es difícil, valorarlos, sí. En páginas especializadas, como asesora.com puede encontrar las valoraciones de los fondos de inversión más populares realizadas por expertos, pero si se cree lo bastante formado como para tomar la decisión solo, en otras web, como la de su bróker o la de Morningstar, puede encontrar la ficha de su fondo de inversión y analizar allí las métricas que le indicamos.

El ratio Sharpe, el Alpha y la Beta en los fondos

Por lo general, el ratio de Sharpe es más interesante en productos más agresivos, la beta en los productos más defensivos y el alpha, en todos los que tengan gestión activa. Esto último es muy importante, porque -en teoría- las comisiones son más altas en productos de gestión activa. Si la gestión es más bien pasiva o el alpha es muy bajo, las comisiones deberían ser reducidas.

Según los expertos de Asesora.com, uno de los datos más importantes que debemos buscar es la relación entre el riesgo que asume el fondo y la rentabilidad que consigue con ello. Esta información nos la proporciona el ratio de Sharpe, que mide la relación entre la volatilidad o riesgo (fluctuaciones con respecto a la media de la cotización de un activo) y la rentabilidad obtenida, de manera que a mayor ratio de Sharpe, mayores réditos se consiguen por cada unidad de riesgo asumida. Normalmente, unos ratios de Sharpe por encima de dos puntos indican que los fondos de inversión son muy buenos, aunque en fondos de bolsa, ratios por encima de 1,5 ya son positivos.

El segundo de los datos que se debe mirar en un fondo de inversión es el alpha o la capacidad del gestor de crear valor a través de una gestión activa o, lo que es lo mismo, de batir al índice de referencia del propio fondo. Cuanto mayor es el alpha, mayor es la destreza del gestor. Del mismo modo, deberíamos estar al margen de fondos con alphas consistentes negativas.

Por último, los expertos de asesora.com, recomiendan mirar la beta, o la sensibilidad del fondo con respecto al índice de referencia (benchmark). Una beta por encima de uno indica que el fondo crece más que su índice en épocas de subidas y baja más que él en fases bajistas. Por lo tanto, fondos con una beta inferior a uno, son fondos más defensivos, pues en fases alcistas se revalorizan menos que el benchmark, pero en fases bajistas caen también menos que el indicador.

Aunque se deben tener en cuenta más parámetros y llevarse a cabo un análisis más profundo, a priori estos son las variables que deberíamos tener en cuenta a la hora de decidir qué fondo suscribir, concluyen los expertos de Asesora.com.

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  • Autor: José Martínes es periodista financiero con más de 10 años de experiencia en diferentes medios. Colabora con Asesora.com, donde los asesores financieros y los agentes mejor valorados de España te ayudan a invertir mejor.
  • Fuente: Asesora.com.
  • Metodología: sus artículos se basan principalmente en las valoraciones independientes de los productos de inversión que los asesores publican en Asesora.com y tienen como objetivo resumir estas valoraciones y hacerlas más accesibles al público en general. El autor no recibe ninguna retribución por sus colaboraciones en HelpMyCash cuya finalidad es dar a conocer otras valoraciones independientes.
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