Al vender una vivienda debes asumir una serie de gastos. El IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) es uno de ellos, ya que por ley estás obligado a declarar en la renta las ganancias patrimoniales que obtengas durante el último ejercicio fiscal. Pero, ¿qué pasa si el piso estaba en mal estado y has invertido una cantidad de dinero considerable en reformarlo para venderlo? ¿Puedes deducir este gasto en el cálculo del impuesto? En este artículo resolvemos esta duda tan común.

Las reformas se pueden incluir en el cálculo y te pueden rebajar la factura fiscal

Lo primero que tienes que hacer es calcular si tuviste una ganancia o una pérdida patrimonial con la operación. Esto es muy importante, ya que solo estás obligado a tributar por la venta de tu casa en el IRPF si has obtenido un beneficio económico por ello.

Pero, ¿cómo puedes comprobar si tuviste una pérdida o una ganancia patrimonial? En la siguiente infografía te mostramos gráficamente cómo realizar el cálculo:

declarar irpf por venta de piso

Como puedes ver en la imagen, para calcular la ganancia patrimonial debes tomar la diferencia que existe entre el valor de venta del piso y el precio al que lo compraste. Sin embargo, y aquí viene lo interesante, según lo establecido por la Agencia Tributaria, existen ciertos conceptos que podemos sumar o restar a estos valores, según sea el caso, y que pueden incidir en el resultado y la cuota que sale a pagar.

Así, al valor de transmisión le puedes restar los gastos y tributos que asumiste para concretar la venta y, al de adquisición, le puedes sumar el coste de las inversiones y mejoras realizadas al piso. Al hacer esto, el valor de adquisición aumenta y, por tanto, disminuye la plusvalía generada por la venta y pagas menos de IRPF.

Las reformas tienen que ser considerables para que sean tomadas en cuenta

Ahora bien, no todas las renovaciones realizadas en la casa aplican. La Dirección General de Tributos en febrero de 2019 aclaró que los gastos de reparación asumidos para la conservación o el mantenimiento de la vivienda no se pueden sumar al valor de adquisición. Es decir, obras como la pintura de la casa, el cambio de las instalaciones eléctricas o la sustitución del suelo, puertas o ventanas no se pueden tomar en cuenta para el cálculo.

Para que las reformas se incluyan en el cálculo, estas deben estar destinadas a la ampliación o a la mejora sustancial de la habitabilidad del inmueble. Bien sea porque se modifica la estructura de la casa o porque se agregan elementos que no existían con anterioridad y que modifican trascendentalmente el espacio y alargan su vida útil. Hablamos, por ejemplo, de obras como la de aumentar la superficie de la vivienda o el cambio completo de zonas importantes como la cocina o el baño.

Hacienda realiza comprobaciones para evitar que se declaren obras no realizadas

A la hora de realizar la declaración los contribuyentes debemos aportar las facturas con el valor de las mejoras realizadas. Pero es importante tener en cuenta que Hacienda puede comprobar no solo si las obras fueron realizadas, sino también si su coste coincide con la realidad. El objetivo es evitar la tentación de aportar facturas hinchadas o de trabajos no realizados para disminuir la ganancia y pagar menos IRPF.

Algunas delegaciones de Hacienda comprueban, además de las facturas, otras pruebas adicionales. Estas podrían ser, por ejemplo, la declaración o las facturas de la empresa que haya realizado la obra o la testificación del constructor, entre otras. En este sentido, es importante que todas las reformas realizadas las puedas justificar debidamente. Así evitarás que la Agencia Tributaria se niegue a computar el gasto de tus reparaciones.