En las grandes ciudades cada vez hay más opciones para moverse de forma autónoma más allá de los transportes públicos habituales. Una de las modalidades que más fuerza han tomado es el motosharing, una opción con la que podemos alquilar una moto para cada uno de nuestros trayectos por la ciudad. Por cada minuto que la utilicemos, pagaremos un coste. La duda que surge es, ¿cuánto debo usarla para que me salga a cuenta?, ¿es más barato que financiar una moto y tenerla en propiedad? Buscamos las respuestas.

El coste de financiar una moto

Tomamos como referencia motos de unas prestaciones parecidas. Las desplegadas por las ciudades son eléctricas y tienen una potencia similar a la de un ciclomotor de 50 centímetros cúbicos. En este segmento, una de las que más se ven por las calles es la Peugeot Tweet 50, cuyo coste base es de 1.899 euros actualmente. La propia marca ofrece una financiación al 5,06% TAE a 24 meses que supondría un coste total de 1.993,95 euros. Eso sí, tampoco está de más echar un vistazo a otras ofertas de financiación de entidades de crédito. Cofidis, por ejemplo, dispone del Crédito Proyecto Moto, una opción muy interesante para encarar la compra de una motocicleta.

¿Cuánto gastaría en dos años de uso de moto eléctrica?

Tres de las empresas con más motos desplegadas por las grandes ciudades son eCooltra, Scoot y Acciona. Sus precios se mueven entre los 25 y los 28 céntimos por minuto, así que tomamos como coste de referencia 26 céntimos. Más allá de este precio, no hay que pagar nada: ni seguros, ni impuestos (ni por supuesto gasolina).

Comparativa: moto vs motosharing

Supongamos que la persona que se plantea esta duda (comprar o alquilar) utiliza la moto para ir a trabajar e invierte unos 10 minutos en ir y otros 10 en volver. En cinco días laborables, eso equivaldría a 100 minutos. Además, el fin de semana también la utiliza, así que sumamos media hora más a nuestro contador.

En total, tenemos 130 minutos. Poco más de dos horas semanales. Si lo trasladamos a un año (52 semanas), usaríamos la moto durante 6.760 minutos, es decir, casi 113 horas. Como el ejemplo es si financiamos la moto a 24 meses, debemos multiplicar por dos ese tiempo: 13.520 minutos. Recordamos que, de media, el minuto con el motosharing cuesta 26 céntimos. Es decir, en total serían unos 3.500 euros.

¿Qué es mejor para un uso habitual?

La diferencia, por ahora, es muy alta, sin embargo, hay un pero. Mientras que el gasto del motoshraing termina aquí,  para la compra ya hemos contado el coste del préstamo y hay que sumarle mantenimiento, gasolina, seguro e impuestos.

Empezando por el combustible y suponiendo que recorremos 45 kilómetros semanales (distancia acorde aproximada con el tiempo que hemos planteado), en dos años serían unos 4.700 kilómetros. Según la ficha técnica de la Peugeot Tweet 50, su consumo cada 100 kilómetros es de 2,6 litros cada 100 kilómetros. Por tanto, tomando el precio medio actual de la gasolina (1,31 euros el litro), el gasto en dos años sería de unos 165 euros. El seguro, según edad, antecedentes y modalidad elegida, podría moverse entre los 50 y los 200 euros, así que tomamos 125 euros como referencia. En dos años, 250 euros en seguro.

Aunque sumáramos esas dos cantidades habríamos invertido, en total, unos 2.400 euros, una cifra aún muy lejana a la del motosharing. Añadir el mantenimiento y los impuestos (ambos costes muy contenidos en este tipo de motos) tampoco reducirían considerablemente la diferencia. Como vemos, respondiendo a nuestra pregunta inicial: financiar una moto será más barato que el motosharing si vamos a usarla a diario durante un plazo largo. Por tanto, si vamos a hacer un uso elevado de la moto, comprarla será una mejor opción. Eso sí, si va a ser un uso mucho más esporádico, puede que el motorsharing sea una alternativa interesante. ¡Se trata de hacer números!