Un préstamo urgente consiste en dinero rápido que obtenemos a través de una entidad financiera, no necesariamente bancaria, con el fin de saldar una deuda imprevista o un gasto pendiente. Normalmente, se caracterizan por los altos intereses de devolución que la entidad prestataria les aplica y por su rapidez de entrega.
¿Cómo puedo conseguir un préstamo urgente?
Como cualquier tipo de préstamo, la entidad tendrá en cuenta el historial crediticio del solicitante, si dispone de ingresos regulares demostrables, cuál es su situación laboral… Por lo tanto, funcionarios, trabajadores con más antigüedad en una empresa o personas sin deudas son más elegibles para obtener un préstamo que desempleados o autónomos. Igual ocurre para aquellas personas que pertenezcan a listas de morosos como ASNEF o RAI, las opciones para conseguir un crédito urgente varían para ellos.
Las principales vías para conseguir un crédito urgente si no tenemos deudas es:
- Préstamos rápidos: cuando necesitamos una cantidad de entre 600 y 10.000 euros, podemos optar por un crédito rápido. Se suelen pedir online rellenando un formulario y aportando como documentos el DNI, una copia de la última nómina o pensión y los datos bancarios. La respuesta a la solicitud es rápida, 48 horas máximo y se pueden devolver hasta en 5 años. El lado negativo son los altos intereses que hay que abonar.
- Mini préstamos: si necesitamos una cantidad inferior a 600 euros, esta opción es la mejor. El dinero se obtiene de forma fácil y rápida, a través de Internet o por vía telefónica o SMS. El lado negativo en este caso siguen siendo los altos intereses. Por ejemplo, los intereses derivados de un préstamo de 200 euros a devolver en 20 días rondarían los 50 euros.
- Tarjetas de crédito: esta forma de financiación rápida nos puede ayudar a hacer frente a los pagos imprevistos dado que la mayoría ofrecen poder aplazar el pago o hacerle frente de manera fraccionada. Se suelen cobrar intereses por ambas operaciones. El límite se fija en el momento de contratar la tarjeta, pero permiten elegir la forma de pago y se puede volver a disponer del dinero.
En el caso de que pertenezcamos a una lista de morosos, las soluciones son:
- Préstamos con garantía hipotecaria: hay empresas que ofrecen financiación a cambio de poner como garantía bienes: inmuebles, vehículos, artículos de lujo,…
- Empeño de bienes: otra alternativa para conseguir financiación cuando se es parte de una lista de morosos es el empeño de bienes (coches, joyas, etc.).
- Mini préstamos: algunos mini préstamos ofrecen sus servicios a pesar de que el usuario pertenezca a una lista de morosos.
¿Qué pasa si no pago un préstamo?
Como hemos dicho anteriormente, lo peor que nos puede pasar es engrosar las listas de morosos. Las entidades financieras suelen intentar llegar a un acuerdo, pero sino no se llega a uno, las pautas que siguen son las siguientes:
- Primer mes de impago: El banco notificará al usuario, para descartar que se trate de un olvido. En caso que sea un descuido, aplicará unos intereses de demora en el pago (superiores a los que se cobran de origen). Si se sigue sin pagar, los intereses y la comisión irán aumentando a medida que pase el tiempo.
- A partir del tercer mes sin abonar las cuotas: La entidad financiera podría iniciar una demanda judicial, aunque suelen esperar hasta los seis meses.
- A partir del sexto mes sin pagar: Si se lleva a cabo el proceso de reclamación judicial de la deuda, el juez puede embargar los bienes del titular del préstamo. Y es que en un préstamo, el solicitante pone como garantía sus bienes presentes y futuros hasta cubrir la deuda. Estos son los bienes embargables: inmuebles, productos financieros, vehículos, obras de arte, …
Un dato curioso es que estos créditos rápidos ofrecen el dinero en 15 minutos, algo que realmente es posible si se tiene la cuenta bancaria en alguna de las entidades con las que trabaja la empresa en cuestión.
Consejo: si se va a pedir este tipo de financiación, hay que estar seguro de poder devolver el importe en el plazo establecido o de lo contrario, seguiremos engrosando las “listas negras”.
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