El mercado actual nos brinda la oportunidad de acudir a varios tipos de préstamos o créditos cuando necesitamos dinero urgente. Las opciones más habituales son dos: los bancos y las entidades financieras de crédito (EFC), como Cofidis, BigBank o ViaSMS. A continuación, explicamos sus diferencias y qué podemos esperar al contratar:
Las 7 diferencias entre préstamos personales de bancos y EFC
- Los bancos ofrecen los préstamos más baratos, de entre el 9% y el 15%, mientras que las EFC pueden cobrarnos hasta un 45% TAE.
- Los bancos tardan mucho más en estudiar nuestro caso y aprobar nuestro crédito. Las entidades de crédito nos dirán rápidamente si nos lo han concedido. Mientras un banco puede tardar semanas, con las entidades de crédito hablamos de horas o minutos.
- Los bancos tienen un muy bajo porcentaje de concesión de créditos mientras que las entidades privadas aprueban un gran número de sus peticiones. En otras palabras, es mucho más sencillo conseguir un crédito en una entidad de crédito privada que en un banco.
- Los bancos no conceden un préstamo al 9% al primero que se lo pide, sino que necesitan tener nuestra nómina algunos meses y conocer bien nuestra capacidad de devolución. Que es casi lo mismo que decir que si no han observado nuestras cuentas durante meses, nunca nos van a conceder el préstamo, cosa que las entidades de crédito no necesitan hacer
- Las EFC no suelen pedir explicaciones de para qué queremos el dinero mientras que los bancos indagan mucho más.
- El contrato de un préstamo con una EFC es más sencillo que el del banco y suele tener también menos letra pequeña.
- En caso de impago, el banco nos dará un aviso y cargará comisiones de demora esperando que nos pongamos al día, mientras que una EFC procederá inmediatamente a registrar nuestro nombre y datos en una lista de morosos como RAI, ASNEF, etc.
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