Solemos hacerlo de manera informal, tras una conversación profunda con un par de cervezas o cafés de por medio. “No te preocupes, ya me lo devolverás”, sentencia el amigo, el padre o el hermano. Esa frase cierra el trato. Sin embargo, a los préstamos entre particulares se les puede dar validez legal y, en muchos casos, pueden ser una opción inteligente que evite problemas futuros. En este artículo explicamos lo que hay que saber de estos créditos: cómo se formalizan, qué consideraciones debemos hacer antes de firmar uno y qué alternativas tenemos.
¿Qué debo hacer para firmar el contrato de un préstamo entre particulares?
En primer lugar, debemos saber que el contrato podemos redactarlo nosotros mismos. También podemos descargarnos algún modelo que hay disponible en Internet. Sin embargo, aquí te explicamos qué puntos debe tener sí o sí el acuerdo firmado:
- Datos personales del que presta el dinero y del que lo recibe.
- El importe del préstamo entre particulares.
- El interés del crédito (en caso de que lo haya). Tanto si es gratis como si no, deberá especificarse, así como las comisiones y otros gastos que pudieran haber.
- El tiempo en el que se devolverá el dinero y el importe de las cuotas.
- Actuación en caso de impago y especificar si hay (y cuál es) garantía o el aval del préstamo
Como hemos dicho, no es necesario, pero si no tenemos claro algún aspecto del pacto, siempre podemos acudir a un abogado o un notario para que resuelva nuestras dudas.
Precauciones a tomar en los préstamos entre particulares
El hecho de convertir el préstamo entre particulares en un acuerdo legal conlleva también una serie de obligaciones. Estos créditos deben notificarse a la Agencia Tributaria en un plazo máximo de un mes desde que se realice la firma del contrato. El trámite no conlleva ningún coste, simplemente se trata de hacerlo constar.
Puede parecer una chorrada, pero es importante: debemos asegurarnos de que el contrato queda plasmado en un soporte duradero, que luego se corre la tinta y aparecen los malentendidos. Y, por supuesto, ambas partes deberán conservar una copia. Al mismo tiempo, debemos huir de engaños que podamos encontrar en Internet y que se anuncien con préstamos entre particulares que parezcan gangas y no cumplan con las exigencias de seguridad básicas.
Las plataformas P2P, una vía intermedia
Otra opción que podríamos decir que se encuentra a mitad de camino de los acuerdos entre familiares y las entidades de crédito son los préstamos P2P, que se conceden a través de plataformas que prestan el dinero de inversores a usuarios que buscan financiación. Cada prestamista funciona de forma distinta, aunque lo habitual es que cada inversor tenga sus aportaciones divididas en distintos proyectos, ya sea por elección propia o por decisión de la plataforma.
Este tipo de préstamos entre particulares son, sin duda, una opción muy atractiva para aquellos que huyen de la banca tradicional, pero quieren acudir a prestamistas que garanticen la formalidad del acuerdo y faciliten todo el proceso. Además, su presencia en el mercado está muy extendida. Eso sí, no debemos olvidar que sus exigencias para conceder un préstamo son igual de estrictas que en los préstamos bancarios.
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