Cuando pensamos en adquirir un vehículo, ya sea nuevo o de segunda mano, nos suele asaltar el siguiente dilema: financiar su compra con un préstamo coche o alquilarlo mediante un contrato de renting. Cada una de estas opciones ofrece un gran número de ventajas, pero como están adaptadas a unos perfiles distintos, es importante conocer cuáles son sus características antes de decantarse por una de ellas. En el presente artículo repasamos los pros y contras de estos dos instrumentos y cuál es el funcionamiento de cada uno.

Principales ventajas de comprar un vehículo con un crédito auto

Financiar el coche consiste en contratar un crédito auto, ya sea a través de una entidad bancaria o del propio concesionario, para adquirir dicho vehículo. Si nos decantamos por esta opción, deberemos devolver el préstamo que nos concedan mediante el pago de cuotas mensuales, en las que abonaremos, además del coste del automóvil, los intereses que correspondan.

Contratar un préstamo coche nos permitirá financiar la compra del vehículo a un precio muy competitivo, ya que actualmente estos productos tienen un interés más reducido que el de los créditos al consumo genéricos, cuya TAE se sitúa, según los últimos datos del Banco de España, en el 8,57 %. En la siguiente tabla podemos ver las condiciones de varios de estos préstamos:

Préstamo coche Importe Interés Más info
Crédito Proyecto Automóvil Nuevo de Cofidis Hasta 15.000 € Desde el 6,11 % TAE
Préstamo personal de Evo Finance Hasta 30.000 € Desde el 7,23 % TAE
Préstamo Plan de Bigbank Hasta 15.000 € Desde el 6,95 % TAE
Préstamo personal de Cetelem Hasta 50.000 € Desde el 7,18 % TAE
Préstamo Auto 24 Horas de ABANCA Hasta 60.000 € Desde el 10,89 % TAE

Sin embargo, financiar un coche nuevo o de segunda mano conlleva tener que hacer frente a diversos costes adicionales, como las comisiones de apertura y estudio o los gastos de vinculación y de notaría), así como el precio del seguro de auto obligatorio. Además, al ser los propietarios del coche, los gastos del mantenimiento del vehículo y de la reparación de posibles averías correrán por nuestra cuenta.

¿El ‘renting’ es una buena alternativa a pedir un préstamo coche?

En el otro lado de la balanza, tenemos la opción de, en vez de contratar un crédito auto, alquilar el vehículo mediante un contrato de renting. En este caso, el propietario del bien seguirá siendo la entidad arrendadora, a la que tendremos que abonar una cuota periódica durante el tiempo de duración del contrato, que en general es de entre 12 y 60 meses. Al finalizar este plazo, tendremos la opción de devolver el automóvil, de prorrogar el contrato, de suscribir un nuevo contrato de renting o de acordar la compra del coche, aunque la posibilidad de adquirir el vehículo alquilado no está incluida en el contrato y debe negociarse con la entidad.

La principal ventaja del renting frente a la financiación del vehículo con un préstamo coche es que en la cuota de alquiler se incluyen una gran variedad de gastos que, de otro modo, tendríamos que abonar nosotros:

  • Gastos de matriculación y registro.
  • Gastos de mantenimiento preventivo mecánico del vehículo, incluidas las revisiones periódicas.
  • Coste de las reparaciones de posibles averías.
  • Seguro de auto completo contra siniestros y robos que incluye asistencia en carretera y vehículo de sustitución en caso de avería o accidente.

Sin embargo, al no ser los propietarios del automóvil, no podremos realizar ningún tipo de modificación sin el visto bueno de la entidad arrendadora. Además, en los contratos de renting se suele establecer un límite máximo de kilómetros recorridos que, en caso de rebasarse, supondrán el cobro de un recargo.