Emitir transferencias bancarias ordinarias es una de las acciones más comunes en la rutina financiera. Mediante ellas es posible pagar el alquiler, comprar un producto de segunda mano a un particular, devolverle o prestarle un importe a alguien y una larga lista de posibilidades. No obstante, ¿qué ocurre si nos equivocamos durante la emisión? ¿Es posible anular una transferencia? La verdad es que la posibilidad dependerá de muchos factores. Por ello, en este artículo responderemos a las dudas más comunes relacionadas con este proceso.
Todo lo que necesitas saber sobre las transferencias bancarias
¿Es posible anular una transferencia?
Depende de si la transferencia se ha emitido o no. En función del tipo de escenario, la respuesta puede ser distinta:
- La transferencia todavía no se ha emitido: si el importe enviado aún no ha salido del banco, entonces estamos a tiempo y la transferencia puede anularse.
- La transferencia ya se ha emitido: si el dinero ya ha salido de nuestra cuenta, lamentablemente no se podrá cancelar la operación.
¿Cuándo envía el banco las transferencias?
El factor clave es la hora corte establecida. La hora corte es una franja fijada por los bancos para autorizar el envío de dinero mediante transferencias. Por ejemplo, si un banco fija su hora corte a las 14:00 PM de un día hábil y la transferencia se realiza a las 10:00 AM, esta llegará a su destino al día hábil siguiente (en caso de las transferencias ordinarias). Sin embargo, si se realiza a las 18:00 PM de un día hábil, la transferencia se demorará un día más, ya que el banco no la autorizará hasta el día siguiente. Por tanto, el período de anulación de una transferencia dependerá del margen que reste hasta la hora corte siguiente.
¿Cómo he de actuar si la transferencia no se ha emitido?
Si el importe transferido todavía no ha llegado a la cuenta de destino, entonces conviene actuar con la mayor rapidez posible para poder revertir la operación. Para ello, dispondremos de tres vías:
- Anular la transferencia desde la aplicación o la banca online: es el método más rápido, ya que no dependemos de la ayuda de terceros ni hemos de esperar un turno para ser atendidos. Bastará con acceder a la sección de transferencias, seleccionar la operación errónea y cancelarla.
- Anular la transferencia desde una sucursal del banco: si no sabemos cómo hacerlo o no disponemos de acceso a la banca online, entonces podemos acudir a la oficina y solicitar la anulación de la transferencia a uno de los empleados, facilitando todos los datos de la misma.
- Anularla mediante vía telefónica: si las dos opciones anteriores no resultasen posibles, otra posibilidad a la que podemos recurrir es telefonear al servicio de atención al cliente o emergencias de la entidad para solicitar la anulación. Lo habitual es que los bancos ofrezcan sus números de contacto en sus portales online.
¿La anulación tiene un coste?
Suele tenerlo casi siempre y no es precisamente barato. Lo habitual es que el coste de la cancelación conlleve una comisión que puede oscilar entre los 20 y los 40 euros, aunque cada banco puede fijar su propio coste (más elevado o más bajo) que habrá que consultar con la entidad.
¿Cómo he de actuar si la transferencia ya se ha emitido?
Si el dinero ya ha sido enviado, el banco no podrá anular la transferencia. Sin embargo, ello no implica que no se pueda recuperar el dinero. Si se diera el caso de que hemos llegado tarde y la transferencia ya se ha ejecutado, podemos emplear los siguientes recursos:
- Si conocemos al receptor, podemos contactar con él, explicarle el error y solicitarle la devolución del dinero. Aunque pueda sonar frustrante, dependeremos de su buena fe, ya que este puede negarse.
- Si no sabemos quién es y no tenemos forma de contactar con él o bien este se niega a devolver los fondos, podemos recurrir a nuestra entidad e iniciar un proceso interbancario. Mediante este proceso, nuestro banco se pondrá en contacto con el banco del receptor para solicitar la devolución del importe. No obstante, las entidades no podrán obligarle y este puede negarse si quiere.
¿Y si nada de esto funciona?
Entonces habrá que recurrir a la justicia. Si podemos demostrar que la transferencia ha sido errónea, el receptor podría incurrir en un delito de apropiación indebida que está tipificado por el Código Penal y podría ser condenado a pagar multas de hasta seis meses si el importe es superior a 400 euros, por ejemplo.
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