En estos momentos, el euríbor cotiza muy cerca del -0,5% (en mínimos históricos), así que lo lógico sería contratar hipotecas variables para financiar la compra de una vivienda. Sin embargo, según el Instituto Nacional de Estadística, el 51,2% de los que firmaron un préstamo hipotecario en enero de 2021 se decantaron por un interés fijo. La pregunta, pues, es obligada: ¿por qué se formalizan menos créditos ligados al euríbor si son más baratos que los que tienen un tipo fijo?
Menos oferta y demanda de intereses variables
La razón, probablemente, es doble. Por un lado, los bancos han reducido la oferta de préstamos con intereses variables. Y por el otro, los clientes demandan más tipos fijos. Veamos por qué:
- Los bancos han incentivado la contratación de hipotecas fijas, rebajando sus tipos y dándoles una mayor visibilidad. De este modo, pretenden obtener unos mayores ingresos a corto plazo, dado que el interés de estos productos es más alto que el de las hipotecas variables.
- Hay más clientes interesados en pagar una cuota constante para disfrutar de una mayor estabilidad. En tiempos de pandemia, cada vez hay más hipotecados que prefieren no sufrir los altibajos asociados al euríbor.
Hay que decir, además, que los tipos fijos que ofrecen ahora los bancos son los más bajos que se han visto nunca en España, por lo que no es extraño que esta modalidad haya ganado popularidad. En el siguiente ranking podemos ver las mejores ofertas de esta clase:
Las hipotecas variables aún son las más baratas
Ahora bien, aunque la mayoría de los clientes prefieran pagar una cuota constante, ¿realmente les sale más a cuenta contratar una hipoteca fija? Es innegable que se trata de una opción más segura, pero dada la baja cotización del euríbor, tener un interés variable sale más a cuenta (al menos a corto plazo).
Para que nos hagamos una idea, los intereses fijos raramente bajan del 1%. El tipo variable medio, en cambio, se sitúa alrededor del 0,5% (la suma del euríbor más un diferencial medio del 1%). En consecuencia, con una hipoteca variable se pagarán unas cuotas más bajas que con una fija mientras el euríbor siga tan bajo.
Ahora bien, si este índice cotizara al alza en el futuro, podrían girarse las tornas. Por ello, si queremos ligarnos al euríbor, lo aconsejable es que el plazo de la hipoteca sea de unos 10 o 15 años (para no darle tiempo a subir) y que nuestros ingresos nos permitan afrontar sin problemas un posible encarecimiento de las cuotas.
¿Cómo debe ser una buena hipoteca variable?
Asimismo, si nos interesan las hipotecas variables, es imprescindible que contratemos un préstamo con unas buenas condiciones: un interés inicial bajo, un diferencial de menos del 1% y pocas bonificaciones y comisiones. De este modo, pagaremos menos por la financiación de nuestra vivienda.
Un producto que reúne estos requisitos es la Hipoteca Open Variable de Openbank. Esta tiene un interés de euríbor más 0,95% (1,95% fijo el primer año), bonificado en 0,40 puntos porcentuales a cambio de domiciliar los ingresos recurrentes y contratar su seguro de hogar. Además, no incluye comisión de apertura.
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