Es automático: cuando piensas en financiar un proyecto personal, lo primero que te viene a la cabeza es acudir a un banco. Y es totalmente normal, pues al fin y al cabo, las entidades bancarias son las que más créditos conceden para cubrir necesidades de consumo como comprar bienes (coches, muebles…), pagar la reforma del hogar o financiar los estudios superiores.

Tienes que saber, sin embargo, que los préstamos bancarios no son tu única opción si necesitas dinero. Los establecimientos financieros de crédito (EFC) también pueden concederte financiación con condiciones tan o más competitivas que los que ofrecen las entidades bancarias. ¿No te lo crees? En este artículo te lo demostramos.

Antes de nada, ¿qué es un establecimiento financiero de crédito?

Empecemos por lo más básico, que es explicar qué son los establecimientos financieros de crédito. Básicamente, un EFC es una entidad que se dedica exclusivamente a prestar dinero, según la definición que nos proporciona el Banco de España. A diferencia de los bancos tradicionales, no captan depósitos, lo que significa que no pueden abrirte una cuenta para que guardes ahí tus ahorros.

Es importante, eso sí, que no los confundas con los prestamistas privados que se dedican a conceder créditos rápidos. A diferencia de estas empresas, los establecimientos financieros de crédito reciben la supervisión directa del Banco de España. Por ello, pedirles financiación es mucho más seguro y fiable. En la práctica, de hecho, es como si solicitaras préstamos bancarios.

¿Cuáles son las ventajas de sus créditos respecto a los préstamos bancarios?

Ahora que ya hemos definido a los EFC, toca repasar cuáles son las ventajas de sus préstamos respecto a los créditos que conceden las entidades bancarias. Son las siguientes:

Interés competitivo

Para empezar, los créditos de los EFC tienen un interés parecido al de los préstamos bancarios. En algunos casos, de hecho, hasta cuentan con un tipo más atractivo. Es el caso, por ejemplo, de la financiación que ofrece Cofidis, que es un establecimiento financiero de crédito que lleva más de 30 años operando en España.

El Préstamo Personal de esta financiera tiene un interés más barato que la media de los créditos bancarios: desde el 5,25% TIN (5,38% TAE). Y su Crédito Directo, que es una línea de crédito, cuenta con un interés desde el 20,55% TIN (22,60% TAE), que es equivalente al de la mayoría de las tarjetas de crédito que ofrecen las entidades bancarias.

Menos comisiones

Los establecimientos financieros de crédito, además, suelen cobrar menos comisiones que los bancos tradicionales. Como muchos de ellos operan a través de Internet, gastan menos dinero en personal y no tienen necesidad de cobrar comisiones como la de apertura o la de estudio, por ejemplo.

Ahora bien, ten en cuenta que no todos los EFC ofrecen esta ventaja. Por si acaso, te recomendamos leer detenidamente la letra pequeña del préstamo que vayas a contratar para comprobar si incluye comisiones de apertura, de estudio o de amortización anticipada parcial o total.

Sin vinculación

Lo que sí es común en prácticamente todos los establecimientos financieros de crédito es que, en general, no te exigirán contratar otros productos para acceder a la financiación. Es decir, que podrás conseguir el préstamo sin necesidad de suscribir seguros (los bancos los suelen pedir) o de domiciliar la nómina.

Aprovechamos para recordar que los EFC no captan depósitos, por lo que no tendrás que abrirte una cuenta en la entidad. El dinero del préstamo te lo ingresarán en tu cuenta bancaria habitual, en la que se domiciliará el cobro de las cuotas.

Pide financiación a bancos y a EFC y compara sus condiciones

Como ves, los créditos de los EFC son una alternativa más que competitiva. Ahora bien, eso no significa necesariamente que estos productos sean mejores que los préstamos bancarios. Si quieres conseguir financiación a buen precio, nuestro consejo es que se la pidas tanto a bancos de los de toda la vida como a establecimientos financieros de crédito.

Si tienes varias opciones sobre la mesa, podrás comparar sus condiciones e identificar a la entidad que te ofrece el mejor precio. Además, si el préstamo de un EFC es mejor que el de un banco, podrás pedir a ese banco que te presente una contraoferta. Si te la presenta, podrás obtener un préstamo aún más barato.