Cuando la pandemia de covid-19 llegó a España (en marzo de 2020), se empezaron a contratar más hipotecas a interés fijo que a tipo variable; algo que nunca había pasado en nuestro país. Y eso se mantuvo prácticamente inalterable hasta el mes de mayo de 2021, cuando los préstamos a interés variable recuperaron su hegemonía. Así pues, la pregunta es obligada: ¿a qué se debe este cambio de tendencia? En este artículo explicaremos cuáles son las razones más probables.
Los motivos por los que el tipo fijo es menos popular desde mayo
Durante el período más duro de la pandemia, las hipotecas fijas fueron las más elegidas; probablemente por su bajo precio y porque los españoles buscaban la estabilidad en un momento de incertidumbre económica. Sin embargo, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los préstamos a tipo variable volvieron a ser los más contratados en los meses de mayo (un 60,1% respecto al total) y junio de 2021 (un 61,2%).
Lógicamente, es imposible saber cuáles son los motivos exactos que han llevado a la mayoría de los hipotecados a decantarse por un interés variable. Aun así, existen dos circunstancias que sí podrían explicar, en gran parte, por qué el tipo fijo ya no es la opción más elegida: la bajada del euríbor y la mejora de la situación económica.
El euríbor vuelve a bajar
Aunque en enero de 2021 registró su mínimo histórico (-0,505%), el euríbor cotizó al alza a partir de ese momento y hasta el mes de mayo (-0,481%). Pero desde entonces, este índice ha recuperado su tendencia a la baja: su valor en junio fue del -0,484%, en julio fue del -0,491% y en agosto se acercará mucho al -0,5%.
El interés de las hipotecas variables se calcula sumando una parte fija (un diferencial) al euríbor. Y como el diferencial medio es de cerca del 1%, estos productos son ahora sensiblemente más baratos que los préstamos a interés fijo (cuyo tipo medio es de en torno al 1,50%), lo que explicaría por qué hay más personas que los contratan.
La situación económica de los españoles está mejorando
Otro aspecto a destacar es que España parece haber dejado atrás lo peor de la pandemia: la población ya no está confinada, muchos negocios han vuelto a abrir durante los últimos meses (aunque otros se han quedado por el camino), el ritmo de vacunación es bueno, han mejorado las cifras de empleo…
Como las perspectivas económicas parecen mejores, es posible que los que necesitan una hipoteca se crean capaces de asumir un mayor riesgo. Y por ello, las hipotecas variables les pueden parecer un producto más adecuado, pues pese a poder encarecerse si el euríbor sube en el futuro, actualmente son más baratas que las fijas.
Los bancos aún dan hipotecas a interés fijo muy baratas
Ahora bien, aunque el tipo variable sea el mayoritario, aún hay un porcentaje importante de personas que prefiere contratar hipotecas fijas. Según el INE, un 39,9% de los hipotecados se decantó por la segunda opción en mayo, mientras que en junio fueron el 38,8%.
Para atraer a estos clientes, la banca ofrece unos tipos fijos muy atractivos, que pueden llegar a ser de menos del 1,50%. Un buen ejemplo es la Hipoteca Open Fija de Openbank, cuyo tipo es de entre el 1,30% a 15 años y el 1,50% a 30 años a cambio de domiciliar los ingresos y contratar su seguro de hogar.
Esta entidad, además, puede rebajar el interés en 0,15 puntos más si el importe solicitado supera los 150.000 euros y el cliente le encarga la obtención de la tasación y de la nota simple. Si lo hace, el coste de la tasación y de la nota simple lo asumirá Openbank.
De cara a los próximos meses, si el euríbor sigue bajo, es probable que los bancos mantengan baratas sus hipotecas fijas o hasta que bajen más sus intereses. Y para atraer a los que quieren una hipoteca variable, también es posible que algunos bancos mejoren las ofertas de esta modalidad.
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