Desde el año 2007, se han iniciado en España más de 300.000 ejecuciones hipotecarias. Ante esta gran problemática social que vulnera uno de los derechos fundamentales de cualquier ser humano, disfrutar de una vivienda digna, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se propuso como objetivo paralizar los desahucios «poniendo fin a la violencia que supone dejar en la calle a miles de familias, al mismo tiempo que las entidades financieras, en buena parte responsables de la actual crisis, acumulan miles de pisos vacíos a la espera de volver a especular con ellos».

El hecho es que, a fecha de hoy, la plataforma ya ha conseguido detener 63 desahucios y ocupar cientos de páginas en la prensa de toda España. Y esta semana una de sus responsables, Ada Colau, ha publicado un escrito informando de los matices: ¿cómo se organiza la acción? ¿Qué pasa después? ¿Cuánto tiempo pasa hasta que las autoridades vuelven a dar orden de desalojo? ¿En qué casos la PAH acude a ayudar al embargado? A continuación, un resumen con los datos más relevantes:

Requisitos para que la PAH intervenga un desahucio

  • Ha de tratarse de la vivienda habitual y única de una persona o familia
  • La causa del impago de la hipoteca ha de ser sobrevenida o involuntaria
  • Antes de actuar, se solicita información al afectado a través de un formulario y se estudia bien el caso
  • En resumen, la PAH no se moviliza por cualquier desahucio sino solo por los que amenazan el derecho a la vivienda
  • Por último, se tendrá en cuenta que la persona se haya movilizado con anterioridad, acudiendo a servicios sociales, juzgado, la sucursal de su banco, etc.

Pasos que se siguen para parar un desahucio

En una primera fase:

  • Se convoca la concentración ciudadana frente a la vivienda al menos media hora antes de la hora fijada por el juzgado para el desalojo.
  • Suele acudir un secretario judicial o un procurador del banco.
  • Lo más habitual es que, frente a la concentración, la comisión judicial decida suspender el desahucio y le comunique al juez lo ocurrido.
  • El juez fija una nueva fecha que será notificada a los afectados.
  • El afectado debe tener la confirmación de la suspensión del desahucio y para eso puede (1) bajar a la calle para ser informado por la propia comisión judicial, (2) dirijirse al juzgado en persona o (3), lo que sería la mejor opción, preguntarle a su abogado de oficio, en caso de existir.
  • Mientras no exista certeza de la suspensión, la comisión podría interpretar de forma extensiva la orden judicial y no ceñirse a la hora fijada para el desahucio y hacerlo horas más tarde, por lo que se recomienda mantener la concentración al menos hasta las 15:00 horas, hora de cierre del juzgado.

Pero Ada Colau avisa de que «la técnica de la concentración suele funcionar en una 1ª convocatoria de desahucio» pero no así en las siguientes, cuando la orden de desalojo ya suele incluir «la petición de actuación de las fuerzas del orden para garantizar que se lleve a cabo». Entonces:

  • Si a pesar de la concentración ciudadana la comitiva judicial (que a estas alturas puede tratarse de una patrulla policial) decide proceder con el desahucio, los presentes se concentran en la puerta y de forma pacífica les bloquean el paso.
  • En esta situación, lo más probable es que la policía decida sacarles por la fuerza.
  • La estrategia siempre es resistir de forma activa pero pacífica, sin responder a provocaciones. La PAH asegura tener muy comprobado que actuar de otra manera perjudica directamente al afectado al que se intenta ayudar.

Antes del desalojo

Existen otros canales legales disponibles para detener un desahucio:

  • Poner en conocimiento del juez que existe una posibilidad razonable de que esa persona o familia pueda tener una opción de realojo a corto o medio plazo. Por ejemplo, un piso de alquiler social que les concederán en 3 meses.
  • Denunciar ante los medios de comunicación o ante la sede de la entidad bancaria, usando las pegatinas de la PAH (en la imagen). Desde la plataforma aseguran que una de las pocas cosas a las que los bancos se muestran sensibles es a que se dañe su imagen pública.

Después del desalojo

  • El aplazamiento del desahucio puede ir de 2 semanas a 4 meses, aproximadamente.
  • Se aprovecha la concentración de gente convocada para realizar una manifestación ante el ayuntamiento de la localidad para visibilizar el caso. Colau asegura que desde el ayuntamiento pueden «mediar ante la entidad financiera para que reconsideren la posibilidad del alquiler social o, cuando no es posible, no solo pueden sino que deben poner los medios necesarios para garantizar un realojo digno, puesto que una autoridad municipal no puede desentenderse de que cuidadanos vulnerables queden desprotegidos y vean sus derechos fundamentales vulnerados.«

Además, dados los logros obtenidos, la PAH ha ampliado el campo de desahucios a frenar al ámbito del alquiler.

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