Cuando estamos vendiendo nuestro piso es habitual recibir muchas visitas para enseñarlo, pero no todas las personas que nos contactan están realmente interesadas en comprarnos. Algunas, a pesar de que les guste la vivienda, pueden no disponer de los fondos económicos suficientes. Otras, más bien, están indecisas y son de las que no se atreven a decir que no abiertamente. En ambos casos, si traen consigo un tira y encoge, pueden significar una pérdida de tiempo para nosotros. En este artículo damos cinco señales para identificar si un visitante puede ser realmente nuestro comprador potencial.
Tiene la capacidad financiera para asumir la compra
La mayoría de las personas que se embarcan en la búsqueda de una casa están motivados por el deseo de tener su propio hogar. Aunque puede pasar que, en algunos casos, este anhelo no tenga una base económica sustentable.
La compra de una casa no solo implica pagar lo que cuesta el piso, sino que también tiene un compendio de gastos asociados y, en ocasiones, estos no son tomados en cuenta. Por esto, es bastante común que, después de un tiempo de negociación y de papeleo, algunas operaciones no lleguen a buen puerto.
Aunque no existe una fórmula para blindarnos ante esta posibilidad, si es importante que indaguemos desde el inicio acerca de la capacidad financiera de la persona. Por ejemplo, investigando acerca de su fuente de ingresos, de los ahorros que dispone e, incluso, preguntando si puede contar con el apoyo económico de familiares. De esta forma, podemos tener un primer indicio de si el negocio puede efectivamente llevarse a cabo.
Se muestra interesado por el mínimo detalle y le encaja el piso
Si durante la visita la persona se muestra motivada y quiere saber el mínimo detalle del piso, la finca y los alrededores puede ser una buena señal. No obstante, no debemos dejarnos llevar por las buenas impresiones y conviene averiguar un poco acerca del perfil de este potencial comprador.
Así podemos hacernos una idea de si el piso encaja o no con lo que estaba buscando. Por ejemplo, si el comprador busca una casa con varias habitaciones porque está pensando ampliar familia y la nuestra cumple con esos requisitos, es probable que el interés demostrado sea genuino y podamos estar ante el comprador de nuestra vivienda.
Quiere visitar la vivienda en más de una ocasión
La compra de una casa es, seguramente, la mayor inversión que realiza una persona promedio en su vida. Por esto, es natural que si alguien se está planteando seriamente comprar nuestro piso, nos pida verlo todas las veces que sea necesario.
En este sentido, si tras las buenas impresiones del primer encuentro quiere hacer una segunda e incluso una tercera visita, quiere decir que vamos por buen camino. Y si, por ejemplo, además quiere traer a los padres o algún amigo cercano consigo para enseñarles la casa, es señal de que estamos cada vez más cerca de cerrar la venta.
Te pide la documentación necesaria y empieza a tomar acción
Si después de visitar el piso la persona se muestra proactiva y comienza a tomar acción, es una señal de que el acuerdo va viento en popa. Esto es que, por ejemplo, nos pida los datos del piso para cotejar cierta información o nos solicite documentos importantes para la venta del piso, como podría ser, por ejemplo, la nota simple, la cédula de habitabilidad o el certificado energético.
Si además, tras hacer todas las comprobaciones, quiere pactar con nosotros las condiciones de la operación y hacer la reserva del piso, es una señal inequívoca de que hemos dado con la persona y estamos a muy pocos pasos de vender el piso.
En definitiva, en el proceso de vender un piso se suele recibir una lluvia de contactos y visitas. Si seguimos estas señales podemos identificar si una persona tiene la capacidad económica y está realmente interesada en comprarnos la casa.
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