A lo largo de nuestra vida necesitamos afrontar algunos pagos importantes, para los que necesitamos solicitar liquidez a una entidad financiera. Comprar una casa, un coche o dinero para nuestras próximas vacaciones, son algunos de los ejemplos para los que podemos necesitar pedir un préstamo. Pero debemos diferenciar entre Préstamos hipotecarios y personales.

¿Para qué sirven los préstamos hipotecarios?

Dependiendo de las necesidades y circunstancias de cada uno, las hipotecas se pueden solicitar para varios fines:

Préstamos hipotecarios para primera vivienda

  • Son más fáciles de conseguir, debido a que los bancos consideran que existen menos probabilidades de que dejemos de pagar la primera vivienda.
  • Las primeras viviendas suelen estar ubicadas en el centro de núcleos urbanos, donde es más fácil venderlas.
  • El plazo medio para amortizar la hipoteca de primera vivienda es de 30 años.
  • La financiación máxima es del 80 %.

 Préstamos hipotecarios para segunda vivienda

  • Este tipo de préstamos se conceden para comprar viviendas en la playa o en la montaña, en definitiva para viviendas con destino vacacional.
  • Conseguir este tipo de préstamo es más costoso y más complicado, ya que el banco exigirá más garantías, como por ejemplo: la vivienda habitual como garantía, tener ingresos mensuales altos.
  • El plazo para amortizar la hipoteca es inferior en torno a 20 años.
  • La financiación también es inferior, entre un 60 % y un 70 %.

Préstamos hipotecarios para pisos de banco

  • Los pisos de bancos son inmuebles que las entidades tienen en su propiedad, como consecuencia de embargos.
  • Los bancos pueden llegar a financiar el 100 % del precio de tasación de la vivienda, a diferencia del 80 % que ofrecen para las nuevas viviendas.
  • También conceden mayor plazo, pudiendo alcanzar los 50 años.

Préstamos hipotecarios para construcción

Los bancos normalmente, adaptan sus hipotecas de primera vivienda para financiar la construcción.

Préstamos hipotecarios para subrogación o cambio de banco

  • Algunos hipotecados no están satisfechos con las condiciones actuales de su hipoteca, y deciden cambiar de banco para mejorar sus prestaciones y abaratar la cuota del préstamo.
  • Cuando realizamos una subrogación, debemos tener en cuenta que aceptamos las condiciones de una hipoteca nueva. Por tanto además de modificar el interés y el plazo de amortización, también tendremos que hacer frente a nuevos seguros y productos.
Mejores hipotecas para subrogación

Préstamo hipotecario, ¿en qué se diferencia de uno personal?

  • Un Préstamo hipotecario se destina a la compra de un inmueble: vivienda, local comercial o terreno. Mientras que un préstamo personal se emplea para adquirir un bien o servicio más barato: viaje, estudios, vehículo…
  • La financiación máxima que conseguiremos con una hipoteca será del 80 % del valor del inmueble o del valor de tasación (el más bajo de los dos).
  • El plazo de amortización de una hipoteca es mayor que el de un préstamo personal, actualmente entidades como ING Direct ofrecen un plazo de 40 años para pagar la deuda. Un préstamo personal tendremos que pagarlo como mucho en 10 años, aunque normalmente el plazo no suele ser superior a 5 años.
  • El tipo de interés de un préstamo hipotecario es más bajo que el de un préstamo personal. Actualmente el interés medio de una hipoteca se sitúa en torno al 1,5 %. Por el contrario el interés medio de un préstamo personal se sitúa en torno al 6 %.
  • Gastos adicionales, los préstamos personales no tienen gastos adicionales (comisiones, tasación, notaría, gestoría, registros, impuestos). A diferencia de los préstamos hipotecarios que si incluyen estos costes.