8 de cada 10 parejas hablan sobre temas financieros en el primer año de relación, de acuerdo con la encuesta “Love and Money” realizado por TD Bank en Estados Unidos. Aunque hablar de dinero entre las parejas es algo común, el 13 % afirma guardar algún secreto a su pareja con respecto a las finanzas, un porcentaje que aumenta hasta el 30 % en el caso de los millennials. Ocultar la manutención de un hijo o una deuda con una tarjeta de crédito están entre las cinco mentiras más corrientes.
Una cuenta y una tarjeta de crédito: los dos engaños más comunes
De acuerdo con esta encuesta de TD Bank, la mentira más común (35 %) es tener una cuenta corriente secreta de la que la otra persona no sabe nada, seguido de ocultar una deuda con una tarjeta de crédito, donde el 23 % de los encuestados que guardan algún secreto financiero a sus parejas admitió tener una deuda procedente de estos plásticos de la que su pareja no sabía nada.
En el ranking de este informe el tercer secreto más común es tener un préstamo para estudios sin pagar. Un dato que asombra especialmente porque en Estados Unidos hay más de 44 millones de personas con deudas de este estilo, de acuerdo con los datos del segundo cuatrimestre de 2017 de la Reserva Federal de Nueva York.
Cómo evitar tener deudas con las tarjetas de crédito
Este tipo de productos de financiación pueden ser muy buenos aliados para obtener un extra de liquidez en momentos de grandes gastos o ante compras que requieren un presupuesto mayor de lo normal. No obstante, no saber planificar bien cómo reembolsarlo puede convertirse en un serio problema. Si bien pagar las compras realizadas con la tarjeta de crédito en su totalidad a comienzos del mes siguiente no generará intereses, dividir los gastos en cuotas mensuales sí que lo hará.
Lo primero que debemos saber si queremos utilizar una tarjeta de crédito es que si decidimos utilizar el pago aplazado, es decir, el pago en cuotas mensuales, debemos elegir muy bien cuál será el plazo y qué mensualidad pagaremos. Esto es especialmente importante porque mientras más tiempo tardemos en reembolsar la deuda, más intereses se generarán. Por esta razón antes de realizar la compra con la tarjeta de crédito debemos realizar una simulación del gasto y cambiar el método de pago al que mejor se adapte a nosotros.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es elegir si preferimos el pago fijo, pagar una mensualidad fija cada mes independientemente de la cantidad que tengamos que reembolsar, o si preferimos el pago porcentual, es decir, pagar un porcentaje del dinero que queda pendiente. Lo mejor es utilizar el pago fijo con una cuota lo más alta que nuestro nivel económico nos permita, para evitar alargar el plazo innecesariamente. Si escogemos el pago porcentual la cuota a pagar será cada vez más pequeña hasta alcanzar un mínimo, ya que el porcentaje a pagar se calcula sobre el saldo pendiente y no sobre el total gastado por lo que el plazo de reembolso se alargará inevitablemente.
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