En julio de 2020 se publicó en el BOE una nueva orden ministerial para regular más las tarjetas revolving, una consecuencia clara para proteger a los usuarios después de la Sentencia del Tribunal Supremo sobre los intereses de este tipo de financiación. Esta nueva normativa entró en vigor a partir del 2 de enero de 2021 aunque, según la medida, tendrán hasta julio de 2022 para incorporarlas. Esta nueva regulación del Ministerio de Economía es un gran primer paso hacia la transparencia de estos productos, a menudo complejos de entender. Sin embargo, se trata de medidas meramente informativas, ya que no se impone ninguna restricción en los plazos o las cuotas del reembolso de las compras, lo que deja en última instancia que sean los consumidores quienes decidan, por lo que, si bien es útil, queda en papel mojado si el cliente no se toma el tiempo de informarse o simplemente firma o acepta sin leer. Te contamos cuáles son las nuevas regulaciones de las tarjetas revolving y cómo afectarán realmente al usuario.

Puntos principales de la regulación de las tarjetas ‘revolving’

La orden ministerial puesta en vigor el primer sábado del año tiene cuatro puntos que serán primordiales para la regulación de este tipo de tarjetas:

1 – Mayor transparencia al contratar tarjetas revolving

Tanto en las comunicaciones publicitarias como en la información precontractual se exigirá mayor transparencia y una explicación más clara en cuanto al funcionamiento de este tipo de líneas de crédito y su coste total al utilizarlas para que el cliente sepa de antemano qué está firmando.

El BOE indica que “La publicidad sujeta a esta orden deberá ser clara, suficiente, objetiva y no engañosa y deberá quedar explícito y patente el carácter publicitario del mensaje.”. No obstante, no se especifican directrices específicas adicionales a las ya vigentes, por lo que deberemos esperar a que el Banco de España se pronuncie para saber más sobre este punto.

2 – Simulaciones reales al comprar a plazos con la tarjeta

Se exigirá también que los clientes reciban, cada vez que realicen una compra a plazos con este tipo de tarjetas bancarias, ejemplos concretos de cuánto pagarán según la cuota que se elija. Si bien todas las tarjetas permiten elegir y cambiar en cualquier momento la forma de pago que queremos en nuestra tarjeta, rara vez se informa del coste total y el plazo según lo que se elija.

Este punto es uno de los más útiles de la nueva normativa, ya que nos permitirá saber cuánto pagaremos en total según nuestras compras en particular, aunque requerirá entrar en la aplicación y revisarlo para saber si nos gusta dicha forma de pago o preferimos cambiarla.

3 – Exigencia de solvencia a los clientes del 25% anual

Se pedirá que los bancos confirmen que la persona a quien le conceden una tarjeta revolving tenga una solvencia suficiente.

Para determinar la solvencia el BOE especifica que el cliente deberá poder pagar la totalidad del capital reembolsado en un máximo de cuatro años con un interés del 25%.

Aunque esto permitirá evitar un poco el sobreendeudamiento, esto no limita el plazo máximo de reembolso a cuatro años. Así, se podrán seguir reembolsando compras desde 5 euros al mes, lo que alargará casi indefinidamente el reembolso y se generarán una gran cantidad de intereses.

4 – Información en el CIRBE con deudas a partir de 1.000 euros

La normativa también afectará a los partes que deberán dar los bancos al CIRBE. Así, todos los préstamos y créditos superiores a 1.000 euros (antes superiores a 9.000 euros), incluyendo las tarjetas de crédito, se deberán incluir en este fichero.

Este punto de la normativa será importante, ya que permitirá a las entidades tener una idea más concreta de quiénes tienen varios créditos de pequeños importes y puede evitar que un usuario se sobreendeude.

¿En qué nos ayudará la nueva normativa para las tarjetas ‘revolving’?

Como vemos, se trata de cuatro nuevas medidas que ayudará a dos puntos clave:

  • Ayudará a los usuarios a estar más informados (más transparencia en la publicidad y simulaciones según las compras)
  • Ayudará a evitar que una persona se pueda sobreendeudar con mayor información para los bancos (con límite de solvencia del 25% y más información en el CIRBE).

No obstante, como vemos, se trata de una fórmula que no pone restricciones en el plazo máximo o las cuotas mínimas a pagar, por lo que quedará en la responsabilidad del cliente el informarse para elegir correctamente qué forma de pago utilizar con esta forma de financiación.