La moratoria de hipoteca presentada por el Gobierno no es para todos. De hecho, muchas familias podrían tener dificultades para asumir la cuota mensual y que su situación económica no encajara cien por cien son la situación de vulnerabilidad descrita en el decreto. Sin embargo, si no cumplimos los requisitos para dejar de hacer frente temporalmente a esta obligación financiera, podríamos intentar atajar el problema por otras vías. A continuación, recordaremos qué cuatro aspectos podríamos intentar negociar con el banco para no perder la casa.
Pide una carencia de hipoteca
Si tenemos dificultades para ingresar las mensualidades del préstamo hipotecario y no podemos acogernos a la moratoria de hipoteca, podríamos pactar con la entidad una carencia. Si el banco aceptara, conseguiríamos aplazar la deuda un tiempo hasta que nuestra situación económica mejorase y evitar una ejecución hipotecaria. Esta carencia podría ser total o parcial:
- Carencia total: podríamos proponerle al banco dejar de pagar la cuota durante un tiempo determinado.
- Carencial parcial: si nuestra economía nos permitiera pagar una parte de la mensualidad, podríamos solicitar abonar solo la parte de los intereses o del capital durante un plazo limitado.
¡RECUERDA! Esta sería una solución temporal, pero podríamos evitar perder la casa y retomar los pagos habituales cuando la crisis del covid-19 diera paso a la normalidad.
Alarga el periodo de amortización
Prolongar el plazo del crédito podría ser otra vía para ir más desahogados los próximos meses. De esta forma, conseguiríamos reducir el total a pagar cada mes y evitaríamos posibles impagos.
Para formalizar este cambio de condiciones, deberíamos negociar con el banco y firmar una novación. Esta operación no nos saldría gratis, pues deberíamos abonar la posible comisión por novación, la mitad de la notaría, el registro y la gestoría. Además, si la entidad lo solicitara, deberíamos pagar la tasación de la vivienda.
¡RECUERDA! La nueva ley hipotecaria establece que, si únicamente modificamos el plazo, la comisión por novación no podrá superar el 0,1%. Por tanto, para un capital pendiente de 100.000 euros, el coste total de la operación sería de unos 1.100 euros, aproximadamente.
Intenta reunificar tus deudas
Podría ser que, además de la hipoteca, tuviéramos otras deudas mensuales: préstamo para la reforma, crédito para comprar el coche, intereses de las tarjetas de crédito, etc. Si fuera así, podríamos agrupar las deudas en una sola cuota.
Si el banco aceptara nuestra petición, pagaríamos menos en intereses y conseguiríamos reducir el gasto mensual total dedicado a la liquidación de obligaciones financieras.
Acógete al Código de Buenas Prácticas
Si nada de lo anterior funcionase, no estaría todo perdido. Si cumpliéramos los requisitos para acogernos al Código de Buenas Prácticas y nuestro banco estuviera adherido a él, este estaría obligado a aplicarnos una carencia de capital durante cincos años, ampliar el plazo del préstamo hasta los 40 años y reducir el interés aplicado a euríbor más 0,25% durante la carencia.
Además, si el plan anterior no fuera viable, nos debería ofrecer una quita de capital y, como última opción, la dación en pago.
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