Los bancos quieren que uses una tarjeta de crédito. De hecho, ya hay varias entidades que están intentando jubilar sus tarjetas de débito y solo ofrecen gratis la de crédito. CaixaBank, por ejemplo, cobra 36 euros al año por la tarjeta de débito, aunque el cliente tenga su nómina domiciliada en la entidad, pero ofrece gratis la de crédito. Lo cierto es que cambiar una tarjeta de débito por una de crédito no debería ser traumático, siempre y cuando el cliente entienda su funcionamiento y la use correctamente.
Si eres una de las miles de personas que ha tenido que renunciar a su tarjeta de débito y que ahora paga con una de crédito, te contamos qué error no debes cometer si no quieres acabar con una deuda infinita.
Aprende a usar una tarjeta revolving
No escojas una cuota mensual muy baja
Llevar una tarjeta de crédito en la cartera es muy cómodo. Puedes pagar todas tus compras de golpe a fin de mes sin intereses o devolver el dinero a plazos. Algunas, incluso, te dan la posibilidad de devolver el saldo dispuesto en menos días, por ejemplo en dos, como ocurre con la tarjeta MyCard de CaixaBank.
Si decides pagar a fin de mes, tan solo deberás asegurarte de tener el dinero suficiente en la cuenta el día que el banco pase el recibo. Pero si en algún momento usas tu tarjeta de crédito para aplazar el pago de tus compras, tendrás que ser muy cuidadoso a la hora de escoger la cuota mensual. Una de las principales ventajas de las tarjetas de crédito es su flexibilidad: el cliente puede escoger cuánto quiere pagar cada mes y ajustar la cuota a sus necesidades. Pero esta ventaja puede acabar convirtiéndose en un caramelo envenenado. Si escoges una cuota muy reducida, el reembolso de la deuda se alargará y cuanto más tiempo tardes en devolver el dinero, más intereses pagarás.
De hecho, si amortizas muy poco dinero cada mes, podría darse el caso, incluso, de que la deuda no desapareciese nunca.
Calcula cuánto pagarás con tu tarjeta de crédito
Pongamos un ejemplo. Imagina que compras un televisor de mil euros con una tarjeta de crédito que tiene un interés del 18,42%, que es la tasa media que tienen estos plásticos según el Banco de España. Si decidieses pagar una cuota mensual de cien euros, tardarías 11 meses en saldar la deuda y los intereses totales serían de 94 euros. En cambio, si pagases solo 50 euros al mes, los intereses subirían a 204 euros y tardarías 25 meses en devolver el crédito.
¿Y si decidieses abonar, por ejemplo, 25 euros? En ese caso, estarías pagando tu nuevo televisor hasta febrero de 2030. ¡Ocho años! Es probable, incluso, que por esas fechas ya hayas comprado otro. Al final, los intereses serían de 915 euros, por lo que el televisor te habría acabado costando casi el doble. No vale la pena alargar el pago de una deuda más de lo que se tiene previsto usar el producto.
Compra de 1.000€ con tarjeta de crédito* | ||
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Cuota mensual** | Meses que tardarás en pagar | Intereses |
250€ | 5 meses | 40,17€ |
100€ | 11 meses | 93,99€ |
50€ | 25 meses | 203,72€ |
20€ | 96 meses | 915,38€ |
*Interés: 18,42%
**El importe de la última cuota suele ser inferior al resto.
Cuidado con las deudas que no terminan nunca
Si queremos, podemos pagar todavía menos. Por ejemplo, diez euros cada mes. Pero, cuidado, porque con esa cuota la deuda no se saldará nunca. Y no solo eso, sino que podría ir aumentando con el paso del tiempo. ¿Por qué? Cuando el importe de la cuota mensual solo sirve para pagar los intereses de cada período liquidativo, la deuda no baja y se mantiene constante. Por otra parte, si la cuota ni siquiera permite pagar los intereses de cada mes, la deuda aumentará, ya que la parte de los intereses que no se pueda abonar cada mes se irá sumando al importe pendiente.
Así que lo ideal, antes de usar una tarjeta de crédito, es calcular cuánto dinero se pagará en intereses y cuánto tardará en saldarse la deuda. Es recomendable devolver el saldo dispuesto lo antes posible, ya que cuanto menor sea el plazo, menos intereses se pagarán. De hecho, si el dinero se devuelve en poco tiempo, no solo se ahorrarán intereses, sino que se puede aprovechar las ofertas de algunas tarjetas. Por ejemplo, la tarjeta de crédito WiZink Click permite pagar las compras de entre 85 y 1.000 euros en tres meses sin comisiones ni intereses. Así, si se compra un ordenador de 600 euros, se puede pagar tres cuotas de 200 euros, saldar la deuda en solo tres meses y no pagar ni un solo euro de más. La tarjeta WiZink Click no tiene comisiones de mantenimiento y se puede solicitar sin cambiar de banco.
Solicita la tarjeta WiZink Click y paga en 3 meses sin intereses
Si se necesita financiar un importe muy alto o devolver el dinero en mucho tiempo, es recomendable recurrir a un préstamo personal, cuyo tipo de interés suele ser mucho más bajo que el de las tarjetas de crédito.
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