Hay muchos proyectos en los que una persona podría invertir 30.000 euros: una reforma integral del hogar, la compra de un coche, crear su propio negocio… El problema es que, para conseguir un crédito por importes tan altos, las opciones se reducen. De hecho, básicamente nos quedan dos: el préstamo personal y el préstamo con garantía hipotecaria. Son dos vías muy distintas, pero que permiten alcanzar cantidades importantes. Vamos a ver cuánto nos costaría una financiación de 30.000 euros con ambas posibilidades y cuáles son sus diferencias.

El precio de conseguir un crédito de 30.000 euros

Dos opciones que nos permiten solicitar un crédito de importes grandes son el Préstamo Inteligente de EVO Banco y el Préstamo con garantía hipotecaria de Suitaprest. Estos son sus números para nuestra financiación:

Crédito Evo Banco Suitaprest
Importe y plazo 30.000€ y 8 años 30.000€ y 8 años

Interés TIN

8,45% (9,27% TAE) 9,95% (10,83% TAE)

Comisión de apertura

Gratis 1,30%

Cuota mensual

430,99€ 454,43€ (la 1ª 844,43€ por la comisión)

Total a devolver

41.375,42€ 44.015,43€

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El interés del crédito de EVO incluye la domiciliación de la nómina y la contratación de un seguro de vida. El de Suitaprest, aunque no es el mínimo que llegan a ofrecer, es el que más se ajusta al mercado de los préstamos con garantía hipotecaria. En cuanto al plazo, Suitaprest tiene la ventaja de que permite ampliarlo hasta los 20 años. De esta forma, la cuota a pagar mes a mes sería mucho más baja aunque se acabaran pagando más intereses. Pero si comparamos a igualdad de plazo, la diferencia de precio es obvia: más de 2.500 euros.

Además, debemos tener en cuenta que el préstamo con garantía hipotecaria tiene algunos costes extra. Hablamos de la tasación y la nota de comprobación registral. Estos pueden sumar un total aproximadamente de 350 euros. Por tanto, la diferencia de dinero es aún mayor.

¿Qué distingue a ambas vías?

La principal diferencia entre las dos opciones que barajamos para conseguir los 30.000 euros es lo que actúa como garantía: como su propio nombre indica, en una la garantía es personal y en la otra es una vivienda, un local u otra propiedad.

Por tanto, si hubiera un impago, el prestamista intervendría las cuentas del solicitante en un caso y en el otro pasaría a ser el propietario de la vivienda. Eso sí, siempre mediante la celebración previa de un juicio. Otras diferencias son las siguientes:

  • El plazo de devolución en el caso de los préstamos personales puede llegar, como mucho, hasta los 10 años. En un crédito con garantía hipotecaria puede alcanzar los 20 años.
  • El precio del préstamo personal es inferior. Estos se quedan unos cuatro puntos porcentuales por debajo aproximadamente de los que tienen una vivienda como garantía.
  • Los requisitos son distintos. Un préstamo personal exigirá unos ingresos estables y regulares y un historial favorable. Sin embargo, en los préstamos con garantía hipotecaria basta con tener una vivienda en propiedad. Eso sí, es recomendable tener ingresos suficientes para devolver las cuotas sin problemas para evitar caer en impago y poner en riesgo la propiedad de nuestra casa o local.

Entonces, ¿cuál es el crédito más recomendable? Obviamente, si estamos en una situación económica que nos permite acceder a las condiciones del préstamo personal, esta será una opción más barata.

Sin embargo, si no logramos optar a esta financiación, el préstamo con garantía hipotecaria puede ser una alternativa interesante por dos motivos: el primero es que sus requisitos son más flexibles. Si tenemos una propiedad, tendremos el dinero. El segundo es que, gracias a su amplio plazo de devolución, podemos fijar una cuota suficientemente baja -aunque terminemos pagando más intereses- para que esta no comprometa nuestra economía diaria.