Málaga se sube al podio de las ciudades españolas que registran la mayor subida en el precio de la vivienda en el segundo trimestre de 2022. En consecuencia, la ciudad andaluza ha desbancado a Madrid, a la que despoja de este título que conservaba en cada una de las últimas ediciones del índice Global Residential Cities Index de la consultora inmobiliaria internacional Knight Frank. ¿Quieres tasar tu vivienda? En HelpMyCash.com te ayudamos.

Incremento del 9,8%

Knight Frank clasifica las 150 principales ciudades del mundo según la evolución de los importes residenciales y en esta última edición, correspondiente al segundo trimestre de 2022, ha fijado el repunte de precios de la vivienda en Málaga en un 9,8%. Justo por detrás se coloca Madrid, donde los inmuebles se han encarecido un 9,5%, de acuerdo al índice consultado por HelpMyCash.com.

Le sigue Valencia, con un alza del 8,6%, y Sevilla, donde los precios han repuntado un 7,9%. La representación española en el índice la concluye Barcelona, con una subida interanual del 6,1%.

Observando el ranking mundial, Málaga ocuparía el puesto número 69 de la lista y Madrid el 71, mientras que Valencia se colocaría en el 80, Sevilla en el 84 y Barcelona en el 94.

Estambul, Ankara e Izmir, las que más suben a nivel global

Estambul es, en realidad, la ciudad del mundo donde las viviendas se han encarecido en mayor medida. Lo ha hecho un 184,6% en el segundo trimestre del año en términos interanuales. La siguiente donde más han crecido es en Ankara, con un 165,4% y, en tercer lugar, Izmir, donde los precios han subido un 150,9%. 

El top 10 lo completan Miami (+34%), Halifax (+30,9%), Dallas (+30,8%), Phoenix (29,7%), Tallín (+29,5%), Atlanta (+26,3%) y Adelaida (+25,6%).

La vivienda se encarece un 11,7% de media en el mundo

El precio medio de la vivienda en las 150 ciudades analizadas ha aumentado un 11,7% en lo que va de año. Knight Frank resalta que este comportamiento se produce a pesar de la notable desaceleración económica y al miedo ante una posible recesión, unido al desorbitado repunte de los precios de la energía y a la incertidumbre geopolítica derivada de la guerra rusa sobre Ucrania.